La QUAM de Montesquiu centra su taller en la nueva 'performance'

"En los años sesenta las performances estaban muy ligadas al tema del dolor, y a mí lo que me interesa es ver cómo se puede hacer algo en vivo vinculado al placer, tanto el mío como el del público", explica Yan Duyvendak, artista holandés que reside en Barcelona y que es uno de los ponentes de la Quinzena d'Art de Montesquiu (QUAM), que comienza hoy en esta población de Osona, centrada en el tema de la nueva performance. "Queremos analizar el estado actual de esta forma de arte tradicionalmente marginal que desde los años noventa ha vivido una especie de renacimiento", indica Hilde Teerlinck, directora de estas jornadas que, con el título genérico de Acció, se celebrarán hasta el 12 de julio.

La QUAM, que este año celebra su 25º aniversario, son unos cursos destinados a jóvenes artistas y críticos que desde hace algunas ediciones constan de una parte teórica, el foro, y otra práctica de talleres. En esta ocasión se celebrará un solo taller a cargo de la artista californiana de origen asiático Patty Chang -que tiene previsto centrar su trabajo en el tema de la muerte-, ya que el otro artista anunciado, Carlos Amorales, ha anulado su taller en el último momento.

En la parte del foro teórico, que se celebra hoy y mañana, se concentrarán ponencias de los expertos internacionales Rein Wolfs, conservador del Museo Beuymans Van Beuningen, de Rotterdam; Karin Frei, comisaria suiza que dirige el festival Performance, de Lucerna; Heinrich Gartentor, artista suizo que presentará su trabajo y hará una acción en directo, y el ya citado Yan Duyvendak, que en la QUAM presentará hoy su trabajo teórico inspirado en el cine y la televisión y mañana realizará una performance que, explica, versará sobre "los malos de las películas americanas". Este segundo día también está prevista la intervención del crítico David G. Torres, del artista Francesc Abad y del autor y actor teatral Roger Bernat. Los resultados de estas jornadas se presentarán después en una exposición en el Crac Alsace, que dirige Hilde Teerlinck.