Esculturas que respiran
El espectador ha abandonado su carácter de sujeto pasivo para convertirse en actor, en parte de la representación. Sin su mirada crítica, el hecho artístico está incompleto. La colección de la fundación Montenmedio Arte Contemporáneo (NMAC) de Vejer de la Frontera (Cádiz) parte de este convencimiento para pedirle a sus visitantes que se adentren, a lo largo de un paseo de una hora y media, en un bosque de pinos piñoneros, acebuches y alcornoques, y descubran una veintena de obras de artistas internacionales, siete de las cuales se inauguran esta noche. La fundación, que cumple ahora dos años, incorpora proyectos del danés Olafur Eliasson, el chino Huang Yong Ping, el japonés Michael Lin, el madrileño Fernando Sánchez Castillo, la barcelonesa Ester Partegàs, la surafricana Berni Searle y la portuguesa Joana Vasconcelos. A estas nuevas obras que se sirven de distintos lenguajes para hablar de emigración, identidad, memoria histórica o materialismo se suman las del madrileño afincado en México Santiago Sierra -el representante español en la Bienal de Venecia- y la de los gemelos gaditanos MP & MP Rosado, ambas producidas en 2002.
"Ver cómo nosotros, sujetos, nos relacionamos con el objeto, obra de arte, y a su vez con el entorno. Es una fórmula casi matemática en donde al modificar alguno de sus componentes cambia el resultado. Bajo esta idea podemos pensar que cada uno de nosotros percibimos la obra de forma diferente por lo que es como si la obra se hubiera realizado especialmente para cada individuo", reflexiona Jimena Blázquez, directora de la fundación NMAC.
La fundación, que ocupa 30
de las 500 hectáreas que tiene la dehesa de Montenmedio en pleno parque natural, tiene vocación de convertirse en motor cultural de la zona. "Después de tres años de trabajo y de haber conseguido el respaldo de las administraciones para nuestro proyecto, ha llegado el momento de iniciar un programa educativo y de difusión sobre la relación entre naturaleza y arte contemporáneo. No se trata de seguir acumulando obras al ritmo que lo hemos hecho hasta ahora; nos limitaremos a uno o dos encargos cada año y concentraremos todos nuestros esfuerzos en programas educativos y en una línea de publicaciones sobre reutilización de espacios y arte", comenta Jimena Blázquez, quien a partir de septiembre alternará la dirección de NMAC con el comisariado de exposiciones en el PS 1 de Nueva York, el centro de arte contemporáneo dependiente del MOMA.
La provocación está siempre latente en el trabajo de Huang Yong Ping (China, 1954), quien abandonó su país tras la masacre de Tien Anmem y reside en París. El artista ha creado, a tres metros bajo el nivel del suelo, El hamman, un baño árabe de proporciones reales al que se accede a través de un túnel situado en un antiguo barracón militar. Junto a esta propuesta de viaje histórico a otra civilización andaluza, puede verse Quasi brick wall, de Olafur Eliasson (Dinamarca, 1967). La pieza es una pared de ladrillos dodecaedros en la que la luz crea vínculos entre el espacio y el espectador. Los souvenirs de una máquina expendedora de la instalación de Ester Partegàs (Barcelona, 1972); la obra Jardín pasadizo, de Michael Lin (Japón, 1964), o Fuente, un camión antidisturbios clavado en medio de un lago del que sale un chorro de agua como si se tratase de un caballo encabritado, de Fernando Sánchez Castillo (Madrid, 1970), son algunas de las incorporaciones a la colección. Por otra parte, los gemelos MP & MP Rosado (San Fernando, Cádiz, 1971) continúan su discurso sobre la identidad con Secuencia ridícula, dos esculturas de terracota con máscaras que son el autorretrato de los artistas, mientras que Berni Searle (Ciudad del Cabo, 1964) presenta Hogar y exilio, una videoinstalación y seis litografías en las que ella misma flota entre las aguas de Tánger y Tarifa. La delicada red de Joana Vasconcelos (Francia, 1971 y residente en Lisboa), titulada Opio, y el testimonio en vídeo de los 3.000 huecos que mandó cavar Santiago Sierra para hablar de las fronteras y los que se quedan fuera de ellas forman también parte del recorrido.
Las obras de este museo al aire libre son encargos que se realizan ex profeso a los artistas seleccionados por el comité asesor del centro del que forman parte, entre otros, Cécile Bourne, Marc Blondeau, Bartomeu Marí y Enrico Lunghi. Las últimas siete piezas se suman a las de Richard Nonas, Roxy Paine, Sol Lewitt, Susana Solano y Pilar Albarracín, entre otras, que constituyeron el primer núcleo de la colección de tintes verdes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.