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Agricultura detecta clembuterol en dos reses de El Boalo y Arganda del Rey

200 terneros, inmovilizados hasta que se realice un contraanálisis concluyente

El Gobierno regional ha decretado la inmovilización de 200 terneros de dos explotaciones, situadas en El Boalo y en Arganda del Rey, tras haber registrado el pasado 18 de junio sendos positivos por clembuterol en análisis rutinarios efectuados al ganado. La Dirección General de Agricultura, dependiente de la Consejería de Economía, ha abierto una investigación para determinar si los propietarios de los animales han usado este anabolizante prohibido para acelerar el engorde del ganado, lo que podría constituir un delito contra la salud pública.

Todo el ganado criado para consumo humano está sometido a controles durante el año para asegurar que la carne llega al mercado libre de sustancias que podrían ser peligrosas para los consumidores. La normativa estatal establece que estos controles sean de dos tipos: sobre el ganado vivo en las propias explotaciones y cuando los animales son sacrificados en los mataderos, justo antes de su llegado al mercado.

Los primeros de estos controles son efectuados por los inspectores de Agricultura, mientras que los análisis en los mataderos son realizados por técnicos en salud pública de la Consejería de Sanidad.

"Los dos positivos han sido descubiertos en terneros de un año de vida durante un control rutinario hecho de forma aleatoria entre todas las explotaciones de la región", explica el director general en funciones, Raúl Delgado. "Tendríamos que hacer unos 400 controles anuales de este tipo para cumplir la normativa del Ministerio de Agricultura, pero en los últimos años hemos aumentado su número hasta superar los 700", añade.

Los inspectores de Agricultura toman en cada explotación muestras del agua y del pienso suministrado a las reses y del pelo y la orina de algunos animales elegidos al azar. "La prueba que ha dado positivo en un ternero en cada explotación ha sido la del pelo", explica Delgado. "El rastro de sustancias como el clembuterol permanece durante mucho más tiempo en el pelo que en la orina", añade.

El clembuterol es un anabolizante que aumenta la masa muscular de los animales a la vez que reduce el porcentaje de grasa presente en su cuerpo. Esto permite que las reses engorden más rápido y pesen más al llegar al mercado, lo que aumenta las ganancias por cada animal que obtiene su propietario. Su uso, sin embargo, está prohibido, ya que el clembuterol es peligroso para el hombre por sus efectos sobre el metabolismo (aumento de la masa muscular, de la presión sanguínea...).

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Engorde rápido

Agricultura no registraba ningún positivo por clembuterol desde hace más de dos años, según Delgado. El procedimiento de investigación abierto supone la inmovilización de todas las reses de las dos cabañas hasta que se aclare el origen de los dos positivos. "Hemos tomado muestras de 29 terneros y estamos a la espera de los resultados. Por ahora no hemos encontrado el origen del clembuterol, porque los análisis del pienso y el agua, que es como se suministra esta sustancia al ganado, han dado negativos", afirma Delgado.

Todos los animales que puedan dar positivo en los nuevos controles serán sacrificados y sus restos, quemados para evitar la llegada de la carne al mercado. El objetivo de la investigación es averiguar si los propietarios de ambas explotaciones han utilizado clembuterol para engordar los terneros y así aumentar los beneficios, algo que Agricultura dice que "no puede afirmarse con los datos actuales; hacen falta más pruebas". El valor de un ternero cuando llega al mercado es de unos 1.200 euros.

Los dos propietarios de las explotaciones investigadas tienen derecho a un contraanálisis realizado en un laboratorio de su elección entre los homologados por el Gobierno regional. En caso de que este segundo análisis diera negativo, las muestras serían remitidas al laboratorio que el Ministerio de Sanidad tiene en Majadahonda para su análisis definitivo.

El uso de clembuterol en la cría de ganado constituye, según Delgado, "un delito contra la salud pública que está sancionado con penas de cárcel, y una infracción muy grave según la Ley de Sanidad Animal".

Esta última norma ha entrado en vigor hace cuatro meses y su aplicación endurece notablemente las sanciones económicas previstas para los propietarios que suministren clembuterol a su ganado. La multa que podría serles aplicada a los ganaderos va de los 60.000 a 1.200.000 euros.

En granjas y gimnasios

Corría el mes de noviembre de 1994 cuando casi un centenar de personas de Móstoles, Madrid y Toledo sufrieron una extraña intoxicación alimentaria. Habían comido carne e hígado de ternera y sufrían un cuadro de temblores, taquicardias, cefaleas y náuseas. Luego se supo que la carne había llegado a la capital procedente de Toledo y que los propietarios de las reses las habían engordado usando clembuterol, un anabolizante ilegal que aumenta la masa muscular y reduce la grasa de los animales.

Por este último motivo, este anabolizante es usado también por culturistas que desean desarrollar los músculos de brazos y pecho. Si se busca clembuterol en un buscador de Internet, aparecen centenares de foros en los que culturistas intercambian consejos sobre cómo conseguir clembuterol en el mercado negro, qué cantidad tomar y sus efectos en el cuerpo, entre otros.

El uso de clembuterol en la cría de animales aumenta los beneficios de los ganaderos, ya que las reses aumentan de peso, pero su uso está prohibido debido a los peligros que entraña para la salud, especialmente para los niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con problemas cardiacos.

La de 1994 ha sido la última intoxicación registrada en la región por el uso ilegal de clembuterol en la ganadería. Pero las noticias relacionadas con su uso fraudulento no son infrecuentes: hace sólo seis semanas que un ganadero de Lérida fue condenado a pagar una multa de 15.000 euros por haber suministrado clembuterol a sus ovejas.

Los terneros para consumo humano suelen sacrificarse cuando tienen entre 12 y 16 meses de vida. En la región, según datos de Agricultura, nacen cada año unos 25.000 chotos, nombre que recibe el ternero recién nacido.

La región importa buena parte de la carne de ternera que consume. "Si nacen unos 25.000 chotos al año, se importan otros 15.000 para ser cebados aquí, y una cifra aún mayor viene de otras regiones ya criado para su sacrificio y consumo en Madrid", explica Raúl Delgado, director general en funciones.

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