Justicia extenderá el intercambio de jeringas a más prisiones catalanas

La consejera de Justicia e Interior, Núria de Gispert, evaluó ayer de forma positiva el funcionamiento del plan de intercambio de jeringuillas puesto en marcha en la cárcel de Tarragona desde el pasado mes de marzo y anunció que el próximo mes de septiembre el programa se ampliará a otros centros penitenciarios. El plan, que pretende evitar el contagio de enfermedades infecciosas entre la población reclusa, ha originado gran polémica en la prisión de Tarragona, donde los funcionarios consideran la medida "incongruente", ya que el consumo de sustancias estupefacientes está penado. Además, se muestran preocupados por el riesgo de contagio.

La consejera recordó en Tarragona que la oposición al plan no ha supuesto su parálisis. Los funcionarios interpusieron una denuncia ante la fiscalía contra el director de la prisión por supuesta vulneración de sus derechos, que finalmente se archivó. Los servicios médicos reparten jeringuillas de un solo uso y de aguja retráctil a los internos que lo solicitan. El 35% de los 280 reclusos de Tarragona son potenciales usuarios del programa. Planes similares funcionan en la mitad de las cárceles españolas desde 1998, pero en Cataluña no se habían puesto en marcha por la beligerancia de los sindicatos.