Zapatero: "No he perdido ninguno de los tres debates de la nación"

"No creo que haya perdido ninguno de los tres debates, aunque en este último el resultado haya sido menos nítido". Ésta es la opinión que sobre sí mismo y su actuación en la tribuna del Congreso tiene el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque la expresa con bastante naturalidad para que no suene petulante. El jefe de la oposición sugirió que no habrá ninguna destitución en el PSOE por la crisis de Madrid.

Lo mejor que ha pasado en esta sesión, para Zapatero, es que ha supuesto "la última de José María Aznar". Aunque luego apostilló que no le importaría que el presidente del Gobierno fuera de nuevo el candidato. En una coversación informal en los pasillos del Congreso, fue muy claro sobre las consecuencias de la crisis de Madrid. "¿Habrá purgas?", le preguntaron. "¡Que se purguen ellos, que ellos abran expedientes, no nosotros!". Zapatero destacó que Aznar rehusó responder cuando él le pidió que negara la vinculación del PP con este caso de transfuguismo.

El líder socialista, que almorzó en el restaurante del Congreso con Jesús Caldera, portavoz parlamentario, José Blanco, secretario de organización y el diputado Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró de buen humor y tranquilo. Zapatero rechazó de plano la hipótesis de que el candidato a la presidencia del Gobierno de Madrid sea una persona diferente a Rafael Simancas, a quien elogió por su actuación y comportamiento en la crisis. Además consideró que las elecciones madrileñas serán la primera vuelta de las generales de marzo de 2004.

Zapatero anunció que el próximo mes de diciembre se subirá a la tribuna para defender su enmienda alternativa a los Presupuestos Generales del Estado de 2004. Ya lo hizo el año pasado, aunque por sorpresa.

El líder socialista intentó disipar cualquier especulación sobre diferencias internas e incluso soltó una carcajada cuando se le insinuó que la ausencia del ex presidente del Gobierno Felipe González en el debate de la nación podría ser síntoma de desacuerdo. Zapatero reveló que había estado reunido con González el domingo y que ayer mismo le telefoneó para decirle que había estado bien. En el fin de semana le aconsejó que estuviera duro.

Y para dar más muestras de fraternidad aseguró que con el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, conversa dos o tres veces a la semana y hoy mismo estará en su toma de posesión. El día anterior el dirigente catalán Pasqual Maragall se desplazó al Congreso de los Diputados para escuchar a Zapatero así como el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.