Educación de calidad

Es época de preinscripciones en los centros educativos. Es época de preocupación en miles de familias porque quieren conocer muy bien dónde tienen que llevar a sus hijos/as el próximo curso; la decisión no es baladí, puesto que de ello va a depender toda una serie de situaciones y planteamientos personales y familiares, y las perspectivas de futuro de nuestros hijos/as.

Está la oferta la Administración como garante de que todos tengan las mismas oportunidades en relación a tener una educación básica moderna y de calidad. Y por otra, la oferta variopinta de entidades y empresarios que ofertan educación. Aunque se está trabajando en edificios educativos públicos vamos siempre por detrás de las necesidades que la sociedad va demandando día tras día. No es posible que la educación se convierta en moneda de cambio entre la Administración y la sociedad. En Europa hace muchos años que ya gastaban el 6% del PIB mientras que nosotros todavía no estamos ni alcanzándolos. Los centros privados concertados quieren jugar con ventaja y a la hora de hacer las inscripciones de nuevos alumnos, inventan un sinfín de tretas con el fin de hacer una selección particular mientras que los centros públicos deben seguir una serie de normas. Yo invito a todos los padres y madres a que se impliquen en la educación de sus hijos/as, que sean beligerantes y exijan de la educación pública que se equipare con la europea, que sea complementaria con el trabajo, que reclamen más medios y sean copartícipes en esta labor que es la de formar a sus propios hijos/as.