Un nuevo camino para liquidar deudas
A partir de septiembre del año que viene las empresas tendrán un solo camino para enfrentarse a los impagos. La reforma concursal, aprobada por el Congreso el pasado 19 de junio, termina con el antiguo régimen de suspensiones de pago y quiebras y sustituye estos procedimientos por el concurso, más ágil y con plazos más breves.
El concurso podrá iniciarse a instancia de empresas, particulares o de sus acreedores. Los casos serán resueltos por jueces especializados en materia económica, que serán preparados por el Consejo General del Poder Judicial. Si estudiado el caso la empresa es viable, se establece un acuerdo con los acreedores. En caso contrario, se liquida la empresa con un sistema que termina con determinados privilegios. El objetivo es que estos procesos se resuelvan en el plazo máximo de un año.
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