El Parlament rinde una cálida despedida a Joan Rigol y Jordi Pujol

El Parlament de Catalunya concluyó ayer la que probablemente será la última sesión plenaria de esta legislatura con la sentida despedida de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat y de Joan Rigol como presidente de la Cámara catalana. Después de tres días de debates maratonianos y superar un orden del día de 44 puntos, Joan Rigol, con la voz entrecortada y sin poder reprimir algunas lágrimas, clausuró la que podría ser su última sesión plenaria, acompañado de su esposa e hija entre el público. El presidente del Parlament expresó su gratitud y afecto a todos los diputados de la Cámara, a quienes agradeció el trabajo en un clima de "respeto y convivencia".

Rigol, que el pasado jueves anunció que no repetirá como diputado, tuvo también palabras para agradecer y encomiar la "dedicación, el servicio y la pasión por nuestro país" de Jordi Pujol, quien "ha contribuido decisivamente a que Cataluña fuera conocida y valorada" y que "continuará trabajando, desde donde sea, por Cataluña". "Estoy seguro de que expreso el sentimiento general del Parlament si digo que todos somos conscientes de la profunda huella que el presidente Pujol deja en la política y en la sociedad catalana", subrayó.

Tras su emocionado discurso, todos los diputados se pusieron en pie y le brindaron una sonora ovación, e incluso el presidente de la Generalitat dejó su escaño y se acercó a la mesa para saludarle cariñosamente.

Joan Rigol comunicó a la Cámara que no volverá a concurrir a unas elecciones por su voluntad de "dar el relevo a otras personas, ya que las instituciones tienen por misión dar continuidad a la vida política del pueblo más allá de los ciclos electorales".

El presidente del Parlament también agradeció a los diputados que hayan confiado en él para el cargo y pidió "disculpas" por todo lo que no ha hecho bien. "Especialmente a los que he ofendido", agregó.