"Ningún parámetro europeo de calidad pregunta en qué lengua enseñamos"
La comunidad universitaria navarra ha apostado por el cambio. Pedro Burillo López (Zaragoza, 1945), primer rector de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha vuelto a ganar las elecciones al cargo en todos los estamentos universitarios -profesorado, personal administrativo y de servicios y alumnado- con porcentajes superiores al 70% de los votos. Burillo, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en la UPNA desde 1988, promete un futuro diseñado por todos los sectores implicados en un centro con más de 10.000 alumnos.
Pregunta. Su victoria ha sido aplastante. ¿Cómo interpreta ese apoyo?
Respuesta. Como una gran aceptación del mensaje de que nuestro futuro tiene que ser diseñado por todos los miembros de la comunidad universitaria. Ése fue el eje central del programa. Hay magníficos profesionales y expertos en la UPNA y hay que contar con su opinión para concretar qué queremos ser y cómo lo vamos a hacer. Quiero que esta universidad sea un laboratorio de ideas, que ingrese en el espacio europeo de la educación superior en las mejores condiciones.
"La UPNA debe asumir un papel de liderazgo en el seno de la sociedad navarra"
P. Usted dirigió la UPNA en su nacimiento. ¿Cómo ha visto la evolución del centro?
R. La verdad es que esta universidad no tiene nada que ver con la de aquellos años. Entonces se fraguaba más en el terreno político. Yo presidí la comisión gestora y fueron años realmente difíciles. Hoy es una esplendorosa realidad, gracias al esfuerzo de todos.
P. ¿Por qué se presentó a la elecciones?
R. Porque el modelo de universidad que muchos deseábamos no era exactamente el que había con el equipo anterior. Mi experiencia como consejero de Educación y el apoyo de muchos compañeros me ha impelido a dar el salto para rediseñar la universidad porque ahora estamos en un momento clave de la convergencia europea y ello va a obligarnos a cambiar aptitudes y actitudes.
P. Al conocer su triunfo, algunos columnistas señalaron que en la UPNA habían ganado los socialistas. ¿Es así?
R. No, en absoluto. En las elecciones generales han ganado los partidos. En la comunidad universitaria, la propia comunidad universitaria. Yo desarrollé una cartera como consejero independiente adscrito al PSN y sigo siendo independiente. Ciertamente mis ideas sociales y de progreso son más afines con determinados partidos, como le pasa a cualquier ciudadano. Pero, en este caso concreto, el vencedor del proceso ha sido la propia universidad.
P. ¿Es suficiente la financiación que recibe la UPNA de los Presupuestos de Navarra?
R. Todavía no he tenido tiempo de analizar a fondo ese capítulo. Lo que sí tengo claro es que es necesario un esfuerzo económico interno, de distribución, y externo, de financiación añadida, para potenciar la docencia y la investigación.
P. ¿Qué salud tiene la investigación en la UPNA?
R. Creo que es muy sólida. Hay grupos excelentes y otros emergentes. Debemos dotarnos de un modelo propio de investigación, homologado a la investigación universitaria europea. Hay que buscar y reconocer la excelencia y dotarnos de un método de evaluación contrastado en el marco europeo. Y también difundir esa investigación. No puede quedar encerrada en el campus. Hay que lanzarla a la sociedad. Tenemos voluntad de liderazgo en la sociedad navarra y esa voluntad pasa porque se conozcan nuestras actividades y dar un impulso económico a esa tarea.
P. ¿Cómo piensa afrontar la polémica sobre los dos modelos lingüísticos en la educación superior?
R. Es un tema muy complicado porque es, además, un tema de referencia. Sin embargo, los estatutos de nuestra universidad, aprobados por el claustro y refrendados en el control de legalidad por el Gobierno navarro, determinan con claridad que es necesario hacer una planificación lingüística. Y en la universidad lo que mejor sabemos hacer es planificar. Hay que determinar las variables del proceso y los criterios (demanda, existencia de profesorado, metodologías, financiación) y con todo eso los órganos de gobierno tomarán una decisión. Merece la pena abordar estos temas desde el punto de vista estrictamente académico. Es difícil, pero estoy convencido de que se podrá hacer y así ha sido refrendado por el 70% de la universidad, porque en la campaña electoral fue un tema de referencia. Que lo conseguimos, bien. Si no, pediremos ayuda.
P. Es decir, que el rector no está ni por una universidad monolingüe castellana, como desea UPN, ni por una duplicación sistemática de líneas en euskera y castellano, como propugnan sectores nacionalistas.
R. Se trata de planificar. Es el compromiso que tenemos, recogido en los estatutos. Pero es que la UPNA ya es bilingüe. Se imparten carreras enteras en euskera, como Magisterio, y muchas otras asignaturas. Ya tenemos demanda y docencia en euskera. Hay que atenderla, pero otras cosas serían una absoluta locura, sobre todo porque ni uno solo de los parámetros de calidad que nos va a exigir Europa pasa por preguntarnos en qué lengua explica usted la docencia. Y eso tiene que ser un referente en la universidad, pero no negativo ni positivo, sino de la realidad académica que nos espera.
P. Las relaciones con la Universidad de Navarra, privada, no atraviesan buenos momentos. Se ven en los juzgados a todas horas por el nombre, el escudo o la presencia en Internet. ¿Cómo va a solucionar este conflicto?
R. Hay juicios pendientes, pero sobre este tema hay que decir que la LOU y la convergencia en Europa establecen la competitividad, la competencia entre las universidades. Tenemos que competir todas con todas, porque es la forma de poder clasificarnos, de crear las redes de excelencia, pero no sólo con la Universidad de Navarra, sino con la de Zúrich o la Soborna IV... Respecto a la de Navarra, tenemos la misma materia prima, los alumnos, y los mismos objetivos, darles el mejor servicio, aunque aplicamos dinámicas internas distintas. Creo que debemos restablecer el diálogo mutuo.
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