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750 propietarios aceptan alquilar sus viviendas vacías con el plan del Gobierno

El Ejecutivo pretende firmar este mes los 100 primeros contratos de arrendamiento

El Departamento de Vivienda cuenta ya con una relación de 750 propietarios de pisos vacíos dispuestos a alquilarlos, a los dos meses de ponerse en marcha el programa destinado mover el mercado del alquiler. Vivienda, que pagará parte del alquiler de estos pisos para que los precios sean asequibles para el inquilino y el dueño obtenga una renta atractiva, asegura que antes de finalizar el mes firmará los primeros 100 contratos con este nuevo sistema. El Gobierno, según anunció el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, pretende sacar al mercado 5.000 pisos vacíos hasta 2005.

El denominado programa Bizigune se fundamenta en mantener la renta mensual de un piso según los baremos del mercado: el futuro inquilino paga un precio similar al alquiler de una vivienda social, con una cuota máxima del 30% de sus ingresos, y la diferencia del total que recibe el propietario es cubierta por el Gobierno. Así, el departamento realiza un contrato directo con el dueño y subarrenda el piso al inquilino.

Los requisitos para acceder a estos pisos pasan por estar inscritos en Etxebide, el servicio público encargado de proporcionar las viviendas protegidas. Los pisos en alquiler que se pueden beneficiar del programa Bizigune deben cumplir una serie de requisitos: estar en el mercado libre, con una superficie no superior a los 120 metros cuadrados y que no hayan sido alquilados u ocupados en el último año. La renta mensual máxima para el propietario será de 661 euros. Por otra parte, el precio medio de la vivienda en el mercado libre en Euskadi creció un 3,96% en los tres primeros meses de 2003, respecto al mismo período del año anterior. La evolución del primer trimestre confirma que comprar un piso de segunda mano en el País Vasco es, en términos generales, más caro que adquirir uno a estrenar, aunque la subida ha sido mayor en las viviendas nuevas que en las usadas.

Si se cumple la previsión de firmar el primer centenar de contratos este mismo mes, en julio accederían a estos pisos de alquiler los primeros inquilinos, puesto que el plan establece una respuesta del interesado en un plazo máximo de siete días. "Se tienen que ocupar rápido porque nosotros pagamos al propietarios una vez adjudicada, aunque se firma un periodo de carencia de un mes", explican los portavoces de Bizigune.

Los responsables de Vivienda esperan ahora la respuesta de los interesados, porque "esto no es como Etxebide", recuerdan. En Etxebide, el servicio del Gobierno que centraliza la demanda de vivienda, muchas personas se apuntan, pero no esperan disponer de la casa en un plazo corto de tiempo, sino que tienen que aguardar al menos dos años.

12.000 inscripciones

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Alrededor de 12.000 personas se habían inscrito como demandantes al programa de pisos vacíos en alquiler antes de que empezase este mes la campaña publicitaria. La consejería de Vivienda anunció el programa el pasado 22 de abril, pero los anuncios se han publicado estas tres últimas semanas.

Los resultados conseguidos con la difusión de la publicidad han sido "apabullantes", según afirma el director de Bizigune, Roberto Cacho. La oferta ha sido positiva, pero menos cuantiosa. "Desde que se anunció en la rueda de prensa hubo bastantes llamadas y con la campaña ya hemos alcanzado las 1.200", asegura.

Tras filtrar estas peticiones, los responsables del programa han contabilizado cerca de 750 personas que cumplen con los requisitos para poder alquilar sus viviendas vacías.

El plan Bizigune también contempla ayudas para reformar estos inmuebles desocupados, con una aportación máxima por piso de 18.000 euros, que se irían descontando en las cuotas mensuales que el Gobierno paga al propietario. Estas reformas están pensadas, fundamentalmente, para cocinas y baños.

El director del programa asegura que el 40% de estas 750 viviendas ofrecidas para ser alquiladas necesitan obras. Sin embargo, el Ejecutivo no firmará contratos de estos inmuebles hasta finales del verano. "Ahora damos prioridad a los que no necesitan reformas".

Dos millones de euros

El Gobierno ha reservado para este programa una partida de dos millones de euros, aunque con la opción de ampliarlo. Sin embargo, la idea de los responsables de Vivienda es cubrir este presupuesto en lo que queda de año. "Preferimos ir a un ritmo más lento en estos primeros meses para que el programa se vaya asentando". Cerca de 500.000 euros de esta partida se han destinado a la campaña publicitaria de Bizigune de las tres últimas semanas.

El consejero Javier Madrazo ha defendido este sistema, no experimentado en España, y cree que las experiencias desarrolladas para movilizar la vivienda vacía han fracasado hasta ahora porque "la Administración no ha jugado un papel intenso. Ha hecho de intermediario y no ha sido parte activa en el contrato de alquiler".

La última encuesta del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales cifra en cerca de 72.000 las viviendas sin uso o con una utilización esporádica de segunda residencia. De ellas, 27.000 han permanecido deshabitadas durante los dos últimos años. Sobre esta bolsa de pisos cerrados pretende actuar el novedoso programa diseñado por la consejería de Madrazo.

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