El gran flechazo de Ferguson
"A Beckham le deseo lo mejor; Van Nistelrooy no tiene precio". Alex Ferguson está encandilado con su delantero holandés, una apuesta personal que sólo un técnico con el predicamento del Sir puede permitirse. Ferguson no sólo echó el lazo a este fantástico goleador, sino que le esperó pacientemente durante un año incluso cuando una grave lesión de rodilla le frenó en seco. Cabezota, el técnico escocés, que le ofreció un contrato en abril de 2000, le mantuvo la puerta abierta hasta abril de 2001, cuando Van Nistelrooy firmó por el United a cambio de 30 millones de euros y, sobre todo, tras pasar múltiples reconocimientos médicos. Los hechos posteriores dieron la razón a Ferguson, aunque en la primera temporada del orange en Old Trafford, el United se quedara sin un título por primera vez en cuatro años.
Sin embargo, aquel mismo curso, Van Nistelrooy celebró, en todas las competiciones, 36 goles con los reds. Desde entonces su empacho goleador ha ido en aumento. A día de hoy, este mocetón holandés que iba para gimnasta y al que la hinchada del United apoda Van the
Man, lleva marcados 80 goles en 101 partidos con el Manchester. Astuto, rápido, elegante y contundente, con un físico que recuerda a Van Basten, Van Nistelrooy fue decisivo en la remontada del Manchester United en la Premier League. Cuando todo apuntaba al éxito del Arsenal, el holandés se cebó con los gunners y en los últimos diez partidos anotó 15 goles. El United pasó por encima del Arsenal, sumó otro título liguero y encandiló aún más a la hinchada. Y a Ferguson, orgulloso del jugador con el que el técnico escocés ha tenido el mayor flechazo de su carrera como manager. "Es el mejor delantero de Europa, pero lo mejor de él está por llegar", sentencia cada año el técnico del United.
La carrera de Van Nistelrooy comenzó en el Heerenveen. En realidad a 200 kilómetros, en los campos de entrenamiento del Ajax en Amsterdam. Hasta allí se desplazaba con frecuencia para estudiar con detalle los movimientos de Bergkamp, su ídolo, su espejo. Sabedor de ello, el jugador del Arsenal le ha piropeado en más de una ocasión. "Es asombrosa su absoluta falta de arrogancia", suele decir de él. Y así es Van Nistelrooy, poco dado a las estridencias, ajeno a las tradicionales juergas del fútbol inglés. Lo suyo es el arte del gol. Por algo ha sido elegido por segundo año consecutivo el mejor del extranjero. Sabia decisión.
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