La nueva aventura del fundador de Teknoland

La nave industrial en Alcobendas, a las afueras de Madrid, donde trabajan los 15 empleados de Porfinya, no se parece en nada al lujoso edificio de la Plaza Canalejas, en el centro de la capital, donde llegaron a trabajar los cientos de empleados de Teknoland. Aunque a ambos proyectos les separa el modo de vida que imponía la burbuja.com, detrás de ambos proyectos está la misma persona, Luis Cifuentes. Y tienen algo más en común: Terra Networks. En el caso de Teknoland, porque Terra compró en 1999 el 25% de la compañía y se comprometió a adquirir el resto si sus accionistas se lo pedían. Porfinya nace de la indemnización que ha cobrado Cifuentes porque Terra se negó a cumplir ese compromiso. Terra fue condenada en 2002 a pagar 20,5 millones de euros a los cuatro accionistas de Teknoland.

La compañía no cobra por la instalación de las herramientas, sino por el uso que hace de ellas el consumidor

El nuevo proyecto de Cifuentes, a grandes rasgos, desarrolla herramientas para transformar la voz en datos, y viceversa. Uno de esos servicios es un generador de portales, que convierte en voz páginas web. Así, si el usuario llama al número de la web de un medio de comunicación, la voz irá navegando por las secciones, y el cliente sólo tiene que nombrar una para escuchar las noticias. Una segunda herramienta funciona al revés, transformando los datos en voz. Es un asistente que lee el correo electrónico y permite contestarlo por teléfono.

Sin embargo, explica Cifuentes, lo más novedoso de su compañía es su modelo de negocio, porque no cobra por la instalación de estas herramientas, sino por lo que él denomina evento, es decir, cada vez que un usuario se conecta al servicio (las tarifas están en la web www.porfinya.com). "Nuestro cliente tipo es el de una empresa nueva, que no pueda invertir nada en este tipo de servicios", explica. Amadeus también prepara un sistema de venta automática de billetes desarrollado por la compañía.

La herramienta está desarrollada en 12 idiomas. La amarga experiencia de Teknoland, que tras la compra de Terra abrió oficinas en cinco países (Estados Unidos, Chile, México, Portugal y Argentina) y luego tuvo que cerrarlas, ha empujado a Cifuentes a buscar el crecimiento en Europa mediante alianzas. Las lecciones de Teknoland han servido para algo más: Cifuentes, que ha invertido 5 millones de euros en este proyecto, dice que se niega en redondo a aceptar nuevos socios.