La película sueca 'Elina, como si no estuviera aquí' gana por sorpresa en Cinema Jove

El jurado internacional de la sección oficial de largometrajes dio la sorpresa al anunciar que la película ganadora de la 18ª edición de Cinema Jove era la sueca Elina, som om jag inte fanns (Elina, como si no estuviera aquí), de Klaus Härö, en contra de las previsiones de la mayoría de la crítica, que no la incluían entre las favoritas dentro de una edición en la que han competido películas de gran calidad, como subrayó Thierry Forte, presidente del jurado. En el apartado de cortos, el galardón se lo repartieron ex aequo la suiza Exit, de Benjamin Kempf, y la estadounidense Ngay Gio, de Ham Tram.

Pocos contaban con que una historia sencilla protagonizada por una niña inconformista y ambientada en la fría región sueca de Norbotten, la más septentrional del país, a mediados de la década de los cincuenta cautivara al jurado internacional para hacerse merecedora de la estatuilla que representa la Luna de Valencia y los 18.000 euros que lleva aparejado el premio. Pero Elina, som om jag inte fanns, calificada por el jurado como "contundente, rotunda y con silencios que dicen muchas cosas", rompió todos los pronósticos y sacó del palmarés a las dos cintas que aparecían en todas las quinielas: la bosnia Remake, que finalmente se va de vacío del festival, y la italiana L'imbalsamatore, a la que le queda el consuelo de que el jurado concedió una mención especial al actor Ernesto Mahieux, protagonista del filme y artífice de Pepino, el personaje más inolvidable de los que han poblado las películas a concurso y que "recuerda al cine neorrealista italiano", como recalcó Forte.

Como explicó el director argentino Martín Rejtman, otorgar el premio a la película de Klaus Härö no fue una decisión unánime de los cuatro miembros del jurado. Parte de sus componentes preferían haber proclamado ganadora a Morvern Callar, la provocadora mirada a la clase obrera escocesa propuesta por Lynne Ramsay, que tuvo que conformarse con un premio especial del jurado. En todo caso, sí hubo coincidencia entre quienes decidieron los galardones y la crítica especializada al resaltar el "buen nivel de las películas programadas", como señaló Thierry Forte, sobre todo si se tiene en cuenta que el panorama mundial de otros certámenes similares es "a la baja", según la valoración del productor francés.

La sección oficial de cortometrajes no deparó tantas sorpresas, aunque también destacó por la calidad de los trabajos presentados. El jurado presidido por el director español Carlos Molinero resolvió, en una salomónica decisión, el problema de encontrarse con dos películas muy superiores al resto y concedió ex aequo la Luna de Valencia de oro a Exit, de Benjamin Kempf, y

Ngay Gio, de Ham Tram, que se repartirán los 6.000 euros con los que está dotado el galardón. Exit cuenta la agonía de una anciana que quiere morir con dignidad en compañía de su marido y es, en opinión del jurado, "una reflexión madura y consciente de una sociedad enferma y en decadencia que no da cabida a nuestros ancianos"; mientras que el corto norteamericano narra el tormento de un monje budista por sus recuerdos de guerra en "una historia que nos da la mirada sensible de un conflicto que sucedió y se repite en distintas partes del mundo", en expresión del jurado. La Luna de Valencia de plata fue para el corto polaco Antychryst, de Adam Guzinsky, y la de bronce para la película mexicana Aquí iba el himno, de Sergio Umansky.