Camps delega competencias en favor de su perfil político y expresa su lealtad a España y Europa

La primera reunión plenaria del Consell bajo presidencia de Francisco Camps acordó ayer un modelo de organización que libera al presidente de la supervisión directa de todas las agencias ejecutivas que había acumulado su predecesor. Camps optó por delegar entre los miembros de su equipo competencias que tutelaban el anterior presidente o sus vicepresidentes para reforzar su papel político. El presidente cedió la Dirección General de Coordinación de Grandes Proyectos, la Agencia Valenciana de Turismo, la Agencia de Cooperación Internacional o la Agencia de Ciencia y Tecnología.

La distribución de competencias entre los consejeros que asumieron sus cargos ayer por la mañana proyecta una novedosa sensación de equipo entre los miembros del Consell. La arrolladora presencia que Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat entre julio de 1995 y 2002, trasladaba a todas las áreas del Gobierno autonómico se difuminó en minutos. El Consell aprobó un austero reglamento orgánico para la Presidencia con un gabinete de apoyo dividido en dos áreas de análisis y organización.

Ana Michavila, hermana del ministro de Justicia, José María Michavila, y colaboradora de Camps desde que ocupó la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, será la directora del gabinete del presidente con rango de secretaria autonómica.

Michavila tendrá a su cargo dos direcciones generales. La primera coordinará las áreas de planificación y estudios; análisis de datos; y análisis y seguimiento de programas. La segunda tiene encomendada las áreas de organización y gestión, y la de protocolo.

El cambio con relación al último reglamento orgánico de la Presidencia de la Generalitat es abismal. En julio de 2000, Zaplana asignó a la Presidencia de la Generalitat las materias de turismo, cooperación internacional, relaciones institucionales y externas, telecomunicaciones, modernización de la Administración o coordinación de grandes proyectos.

Alejandro Font de Mora, consejero de Presidencia y portavoz del Consell, asume buena parte de las tareas que correspondían al último vicepresidente, José Joaquín Ripoll. Pero otras se diluyen en otras áreas.

Gerardo Camps, consejero de Economía, incorpora a las competencias que ejercía Vicente Rambla como consejero de Economía, Hacienda y Empleo la coordinación de los grandes proyectos de la Generalitat, un área de evidente calado económico que entraña la supervisión directa de varias empresas públicas creadas para ejecutar obras como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en Valencia, o la Ciudad de la Luz, en Alicante.

Miguel Peralta, nuevo consejero de Industria, Comercio y Turismo, amplía las competencias de su predecesor, Fernando Castelló, al incorporar dos de las áreas formalmente más queridas por Zaplana, el turismo y la innovación tecnológica, dirigidas hasta la fecha por sendos subsecretarios adscritos directamente a la Presidencia de la Generalitat.

El Consell también dio carta de naturaleza a la división de la Consejería de Obras Públicas. José Ramón García Antón mantiene las competencias sobre obras públicas, transportes, arquitectura, puertos y costas, e incorpora las áreas de telecomunicaciones, antes vinculada a la Presidencia de la Generalitat, y energía, que estaba adscrita a Industria.

Rafael Blasco, último consejero de Bienestar Social, conjuga en la nueva Consejería de Territorio y Vivienda las competencias en materia de vivienda, urbanismo y ordenación del territorio, cuyo contenido está pendiente de una ley en las Cortes Valencianas, con las que estaban adscritas a la anterior Consejería de Medio Ambiente.

También se aprobó ayer parte del reglamento orgánico de la Consejería de Presidencia, que ocupa Alejandro Font de Mora, cuya nueva estructura incluye una Secretaría autonómica de Comunicación. Pedro García, que era hasta la fecha jefe de prensa de la Presidencia de la Generalitat, con rango de director general, fue nombrado secretario autonómico de Comunicación. Éste y el de Ana Michavila son los dos únicos nombramientos decididos ayer por el Consell, que en los próximos días nombrará al resto del segundo escalón.