"Interlocutor en España y en la UE"

Francisco Camps dirigió unas breves palabras a los "representantes del pueblo soberano" congregados en el Saló Daurat del Palau de la Generalitat inmediatamente después de la toma de posesión de los consejeros de su equipo de Gobierno en las que reiteró una doble "lealtad a España y Europa" de la Comunidad Valenciana.

El nuevo presidente de la Generalitat identificó el acto con "un rito más" en la historia de la Generalitat Valenciana que cargó de contenido con referencias a la construcción del "torreón antiguo del Palau" cuyas obras se iniciaron en 1362, "hace 640 años", y a la reunión de las Cortes celebrada en Monzón en 1236, antes de la conquista de Valencia y Mallorca y que prefiguraron el reparto de poder en las primeras Cortes Valencianas.

Camps subrayó los valores de "la estabilidad, confianza y prosperidad" que impregnan la historia presente de la Comunidad Valenciana, que "ha recuperado después de 300 años sus instituciones de autogobierno". "Profundizar en el autogobierno es profundizar en la democracia", siguió, "la Comunidad Valenciana es un ejemplo de autonomía que sabe perfectamente que siendo leal a ella es leal a España y también a Europa".

La aspiración del Consell que se constituyó ayer, reiteró Camps, "es que la Comunidad Valenciana sea un referente líder e interlocutor en España y en la Unión Europea".

Los guiños del presidente al doble papel de la Comunidad Valenciana en España y la Unión Europea, precisamente cuando la convención encargada de elaborar el primer borrador de Constitución Europea acaba de trasladar el texto al Consejo de jefes de Estado y de Gobierno de los Quince, evocan un discurso elaborado por Eduardo Zaplana cuando ocupaba la presidencia de la Generalitat y que se movía en el filo de las posiciones que sostiene el PP desde el Gobierno central.

"La fortaleza de España se basa en la fortaleza de la Comunidad Valenciana y la fortaleza de Europa, en la fortaleza de España, en este complejo entramado administrativo que estamos haciendo que es Europa y que es España", remató.

El presidente tuvo que expresar en el último momento su plena "confianza en la España Constitucional" para evitar los equívocos en un discurso que inició con cierto desparpajo institucional muy alejado de la habitual retahíla de tratamientos: "Señores ministros del Gobierno de España...", en deferencia a la presencia de Eduardo Zaplana y José María Michavila, ministros de Trabajo y Justicia, sentados en primera fila.

Todos los consejeros leyeron las fórmulas para asumir el cargo en valenciano. Seis juraron. Cuatro prometieron.

Como último gesto ante la historia, las reuniones plenarias del nuevo Consell se celebrarán en adelante en la Sala Vella del Palau de la Generalitat que, desde su construcción en 1481 acogió las reuniones de los Oficiales de la Generalitat y albergó juramentos, elecciones y otras actuaciones consideradas notables.

Y para el presente, el elocuente silencio que se extendió sobre el patio gótico del Palau cuando Camps acompañó a Zaplana para despedirle en la puerta de la calle de Caballeros.