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Entrevista:TEÓFILA MARTÍNEZ | Presidenta del PP de Andalucía y alcaldesa de Cádiz

"No creo en los salvadores de patrias para ganar elecciones"

Luis Barbero

Teófila Martínez (Santander, 55 años) volvió a ganar de forma holgada las elecciones en Cádiz el pasado 25 de mayo. Ahora, su reto es preparar las elecciones autonómicas, en las que repetirá como candidata del PP.

Pregunta. ¿Ha temido que la crisis entre el alcalde y el partido en Jaén fuese a más?

Respuesta. En Jaén no ha habido una crisis sino un desencuentro a la hora de distribuir las responsabilidades de gobierno, que ocurre en casi todos los equipos humanos y sobre todo después de un proceso electoral tan complicado como éste. En Jaén quizás esas cosas no se habían mimado con anterioridad y por eso ha podido haber ese desencuentro. Creo que ya no va a haber ningún problema.

"Hemos demostrado que somos capaces de responder sin insultos, sin manifestaciones"
"El PSOE quiere hacer creer a los andaluces que tenemos 20 diputados en vez de 46"

P. Ha sido un conflicto muy parecido al de Málaga.

R. Cuando se tiene la responsabilidad de organizar un equipo es muy difícil acertar al distribuir responsabilidades. Pero lo más importante es que esos equipos puedan y sepan responder. En esta ocasión, desde el punto de vista mediático, está habiendo mucho interés por seguir la configuración de los gobiernos del PP porque el partido socialista y el señor Chaves han procurado vender en los últimos meses que nos íbamos a quedar con el gobierno de dos ciudades, Cádiz y Huelva, y que todo lo demás iba a caer bajo el poder político del PSOE. Claro, al comprobar que eso no ha sido así, quizás haya un interés especial en exagerar algún desencuentro.

P. Pero lo cierto es que ha habido conflictos.

R. Pero se agranda el conflicto. No se han destacado algunas cuestiones como la que ha pasado en Algeciras, que tiene una cierta envergadura política porque una tránsfuga del PP ha desaparecido durante todo el proceso y ha denunciado incluso presiones o no se cuántas cosas más... Es conveniente que los desencuentros no existan, pero si existen no es para rasgarse las vestiduras.

P. ¿Quién gana las elecciones, el alcalde o el partido?

R. El partido somos todos. Es cierto que las responsabilidades internas, la organización, la elaboración de los programas, la estrategia, las marca la dirección del partido a nivel provincial o a nivel local y, por encima, a nivel regional o nacional, pero también es cierto que cuando un grupo de militantes ha obtenido el respaldo para representar a todos, el partido tiene que ser respetuoso con las personas que configuran ese equipo.

P. Usted aceptaría intromisiones del PP de Cádiz para formar su equipo de gobierno.

R. Soy una persona muy respetuosa aunque algunos pretendan imaginarse otra cosa. Soy exigente, pero doy mucha libertad a las personas que tienen responsabilidades en mi partido. Sólo pido como presidenta del PP, o como alcaldesa o como parlamentaria popular, que cada uno cumpla con sus responsabilidades y que representen lo más buenamente posible al PP. Y cuando un concejal viene y me dice quiero hacer esto, le digo, hazlo. Lo mismo ocurre con el grupo parlamentario. No me entrometo en las responsabilidades de los demás.

P. En crisis anteriores, como en Córdoba o en Almería, ¿ha faltado sensibilidad de la dirección regional del PP?

R. En los últimos años, a medida que el PP ha ido adquiriendo un peso político importante en Andalucía, representando a más de un millón y medio de personas, el PSOE ha tratado de minimizar la importancia del PP, un partido que tiene 120.000 militantes y muchos concejales y alcaldes. Y recuerdo que sólo nos separan seis diputados del PSOE en el Parlamento andaluz. La dirección regional del partido tiene que ser consciente de que pueden surgir situaciones que no va a poder solventar, porque los seres humanos somos complicados, y a veces hay situaciones que no se pueden solventar.

P. Es muy significativo el caso de Juan Megino en Almería, que se fue del PP cuando fue desbancado de la candidatura y con el que ahora han pactado. ¿Ha sido especialmente difícil este pacto?

R. No he estado personalmente, pero había dos cuestiones importantes: una ideología básica coincidente y unos programas que buscaban lo mejor para Almería y que tenían muchas cosas en común. Habrán tenido sus dificultades para encajar los desencuentros, incluso personales, pero la negociación ha sido un éxito y hay que felicitar a los negociadores del PP y de la candidatura de Megino porque han puesto por delante los intereses y el futuro de Almería.

P. ¿Va a intentar que Megino reingrese en el PP?

R. En el PP estamos voluntariamente y mi respeto es para todos los que que solicitan su ingreso y para los que quieren dejar de militar.

P. Pero ¿va a intentarlo?

R. Es algo que tiene que venir por parte de Juan Megino. Él sabe cuál es mi opinión.

P. En la campaña se ha vuelto a poner de manifiesto su dualidad de candidata en Cádiz y líder regional del PP.

R. Vale, pero, ¿por qué razón no se pone de manifiesto la dualidad de Chaves como presidente de la Junta y secretario general del PSOE? Institucionalmente, Chaves es presidente del Gobierno de la comunidad y yo soy alcaldesa de Cádiz. Si eso lo puede hacer Chaves, por qué no lo voy a hacer yo y mucho mejor que él. El partido socialista ha mantenido durante estos años una estrategia para hacer ver a los andaluces, a través de una capacidad mediática muy importante, como si el PP fuera un partido que tuviera en el Parlamento andaluz 20 diputados en vez de 46. Por eso nuestro trabajo tiene más valor político, porque lo hacemos a base de mucho esfuerzo, de mucho contacto con la gente, y eso a veces cuesta más, pero cuando se consigue es más sólido.

P. Con la guerra y el Prestige se habló del posible desplome del PP. ¿Respiró aliviada cuando supo los resultados?

R. Mi conciencia personal y política, igual que la del resto de los militantes del PP, ha hecho posible responder de forma adecuada a ese acoso y derribo del PSOE en Andalucía en los últimos años. Hemos demostrado que somos un partido capaz de responder adecuadamente, sin estridencias, sin insultos, sin manifestaciones, sin tirar huevos a nadie, sin llamar asesinos a nadie, responder a esas agresiones y a otras con un trabajo que ha hecho posible que algunos se quedaran con tres palmos de narices, políticamente hablando, como es el señor Chaves.

Pregunta. ¿Ha tenido siempre las manos libres para decidir como presidenta del PP andaluz?

Respuesta. Siempre.

P. ¿No ha sentido la tutela de Javier Arenas ...

R. Nunca, nunca. Escucho a todo el mundo, pero no me interesan los rumores, ni radio macuto, ni los pasillos. Todo el mundo sabe que no soy permeable a esas cosas. Casi siempre soy las últimas que me entero de las cosas. Por eso puedo decir que no tengo ninguna presión ni ningún mandato de nadie. Como soy una militante respetuosa, cuando tengo algo que consultar con mis superiores en el partido no se me caen los anillos por hacerlo.

P. ¿Y está rodeada del equipo que quisiera?

R. Estoy rodeada de un equipo que el partido ha elegido, estoy contenta de formar parte de este partido y de este equipo... Los equipos demasiado dependientes del responsable del mismo no son convenientes. Los equipos deben estar bien cohesionados y que cada uno tenga su propia libertad. Y lo que cada uno haga con su libertad es cuestión suya. En la dirección del PP de Andalucía hay hombres y mujeres generosos, comprometidos, que van y vienen, que pelean, cada uno con su estilo y sus características.

P. Internamente los ojos se van a fijar ahora en usted ya que las autonómicas serán en unos meses. ¿Qué va a hacer para convencer a su partido de que quiere ganar?

R. Pues... trabajar. Y tratar, con todos todos los equipos del PP, de trasladar directamente a los andaluces nuestro compromiso. Sé que para algunos puede ser, fuera del PP, pero también dentro, una política que no gusta, pero yo no creo en los salvadores de patria, ni en la capacidad de una sola persona para ganar unas elecciones. El día que el PP consiga los respaldos necesarios para gobernar en Andalucía será el resultado del trabajo de equipo. Evidentemente el que dirige ese equipo tiene una parte importante del éxito o del fracaso. En todo caso es responsable sobre todo de los fracasos, no tanto de los éxitos.

P. ¿Se ha arrepentido alguna vez de aceptar la candidatura autonómica?

R. No, no. El tener la oportunidad de ser candidata del PP en una autonomía como Andalucía significa, si uno lo aprovecha bien, tener un conocimiento más profundo de la sociedad en la que uno vive.En estos 25 años de democracia, una de las cosas que han hecho que pierda frescura el debate político es que todos estamos muy pendientes de lo políticamente correcto, de lo que quieren unos cuantos. Cuando estás en campaña, cuando estás en contacto con la gente, como yo tengo el privilegio de estar con los gaditanos todos los días, ese lenguaje desaparece.

P. Precisamente si algo echan de menos algunos compañeros suyos es que haga en Andalucía la campaña de Cádiz, siendo conscientes de la diferencia territorial.

R. Sí, pero yo no soy Dios . Eso sería imposible. Bueno, lo voy a intentar y lo intento, aunque es muy fácil opinar de lo que los demás deben hacer. Voy a seguir haciendo la política como yo la entiendo, y contando con todo el mundo para que la maquinaria política del PP en Andalucía tenga un eje común que sea la proximidad. Porque si no luego uno se va, un candidato autonómico a la presidencia de un gobierno se va y luego se quedan esas personas con la que has estado, se quedan los concejales y los militantes del partido, que deben ser los importantes.

P. ¿Con qué escenario de elecciones autonómicas trabaja?

R. Es complicado porque el secretario general del PSOE, como presidente de la Junta, tiene la prerrogativa de convocar. Para nosotros, sea la fecha que sea, deben ser por separado de las generales. Si no Chaves y el PSOE demostrarían que no creen en nuestra capacidad de autonomía. Con la capacidad de autogobierno y de recursos que disponemos, Chaves y el PSOE no deberían estar tan pendientes de lo que hace el Gobierno de la nación.

P ¿Y cuál es el escenario que le conviene al PP?

R. Estamos preparados para debatir en cualquier escenario, pero creo que para nosotros el escenario mejor sería el que mejor sea para Andalucía. Y no es por decirlo gratuitamente, sino porque creemos que ha llegado el momento en que de verdad los andaluces nos oigan debatir sólo de Andalucía. Voy al Parlamento y le digo a Chaves no sé cuantas cosas de la sanidad andaluza y me dice que eso no es así, que es una imagen muy trágica o irreal. Y luego viene el defensor del pueblo y le dice que sí es así. Queremos hablar de la brecha que hay entre el mundo rural y el mundo urbano; de por qué la comunidad de Madrid ha hecho 150 kilómetros de metro en cuatro años y Andalucía no ha hecho ni uno y ha hecho 100 kilómetros de autovía entre Granada y Almería en 10 años. Queremos hablar de eso y de por qué los jóvenes en el mundo rural no tienen las mismas oportunidades de acceder a una formación profesional moderna y que les permita acceder a cualquier puesto de trabajo, y no sólo en el mundo rural. Queremos debatir sobre estas cosas.

"Para el PP, el foro de Manuel Pimentel no supone nada"

P. El pacto poselectoral más sorprendente fue el que finalmente cerró el PP con Pacheco en Jerez. ¿Por qué se decidió a hacer ese acuerdo?

R. La situación en Jerez tras las elecciones dejó las fuerzas muy igualadas. A nadie se le oculta que el PP, antes de llegar a un acuerdo definitivo, ha visto todos los pros y los contras, sobre todo ha pensado la política a aplicar en estos cuatro años. Jerez es una pieza fundamental en el proyecto de futuro de esta provincia y hemos pensado que la mejor forma de actuar era viendo qué parte de los programas de cada cual coincidía más con los programas a aplicar. Había más coincidencias con el programa del PSA que con el del PSOE.

P. Bueno, pero si María José García Pelayo no hubiese sido alcaldesa los dos primeros años no se habría aceptado el pacto por mucha coincidencia de programas...

R. Bueno, eso es mucho suponer. Las cosas hay que analizarlas como salen.

P. Manuel Pimentel ha anunciado un proyecto que puede desembocar en un partido político, ¿Qué puede suponer para el PP esta iniciativa, tanto internamente como de daño de sus expectativas electorales?

R. Pimentel ha dejado de ser militante del PP hace pocas fechas. Internamente no supone nada. Sólo supone la posibilidad de conocer las opiniones de las personas que formen parte de ese foro. Y electoralmente no estoy en política para adivinar cosas. Soy muy realista y tenaz y el PP tiene una gran responsabilidad con Andalucía y no nos podemos distraer. El PP hace mucho tiempo que ocupa, a nuestro entender y eso lo dicen también los votos, el centro político en Andalucía, porque si no no estaríamos gobernando en siete de las nueve grandes ciudades de Andalucía y en varias poblaciones de más de 50.000 habitantes. Tenemos alguna asignatura pendiente, como en el mundo rural, pero hay también tenemos una nota de "progresa adecuadamente". No voy a perder ni un minuto, con todos mis respetos, a averiguar o a hacer elucubraciones sobre ese foro. Mi objetivo principal es configurar un programa y un equipo que pueda estar al frente del gobierno de la comunidad.

P. ¿Su compromiso con Cádiz cuando acaba?

R. El compromiso político con una sociedad a la que se quiere, en la que se vive, en la que se llora y en la que se trabaja, no acaba nunca.

P. De otra manera, ¿hasta cuándo quiere ser alcaldesa?

R. No lo sé. Repito, por enésima vez, que soy una persona que cree que ni en la salud, ni en los sentimientos ni en la política se deben hacer planes si uno quiere gozar de la tranquilidad de espíritu y de la altura de miras suficiente como para encajar cualquier situación. Hay que trabajar la amistad, hay que trabajar la salud, y hay que trabajar también políticamente para estar preparado, para poder hacer frente a cualquier responsabilidad o a cualquier situación personal y política no deseada.

El nombre del sucesor, decidido

De Teófila Martínez se ha destacado siempre su proximidad al ministro Rodrigo Rato, uno de los aspirantes a la sucesión de José María Aznar. Pero no suelta prenda acerca de si lo ve como delfín de Aznar. "Rato, igual que otros compañeros de partido, tiene características políticas y personales y conocimientos como para ser candidato en las próximas elecciones generales. Pero eso ya se verá", es lo único que dice Martínez, quien, sin embargo, sí confiesa que tiene claro el nombre que diría si le preguntasen quién debe ser el delfín.

De cara al debate de la comunidad que se celebra la próxima semana, la presidenta del PP subraya que es el momento de hacer balance no sólo de la legislatura que entra ahora en su tramo final, sino de las dos décadas de gobierno del PSOE y, en concreto, de los 13 años de Chaves al frente de la Junta. Y en este debate también expondrá su obsesión por la convergencia interna y externa de Andalucía. "Todas las políticas del Gobierno de la comunidad deben ir encaminada a ese objetivo, a romper esa brecha. Avanzamos más que los demás, pero tenemos que hacerlo aún más rápido para recortar distancias", dice.

Teófila Martínez dice no tener la sensación de que entre ella y Chaves haya una barrera que va más allá de lo político y que dificulte el diálogo entre ambos. "Si alguna vez Chaves me llama para alguna cosa, yo acudiré y le daré mi opinión si la quiere, pero eso no se ha producido. El que está en el poder es el que debe ser generoso a la hora de consultar o de pedir opinión", afirma.

Tampoco cree que cometa excesos verbales cuando tacha a Chaves de tirano o dictador. Es más considera más ofensivo que Chaves hable de sus "límites" como candidata del PP o dude de su "capacidad intelectual y política". "¿Qué es más crítica política: decirle a un política que su actitud es dictatorial, que a mí me lo dicen también, o decirle a un adversario político que el debate tiene los límites que usted mismo tiene? Vamos a ver, eso es una actitud de prepotencia intelectual y política", afirma.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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