Las vinculaciones en la trama del constructor que apoyó a Tamayo

La intervención en la trama de Alcorcón de Francisco Bravo y Francisco Vázquez, que ayudaron al diputado desertor del PSOE Eduardo Tamayo, tiene relación con los terrenos de la zona de Campodón. En esta zona de la localidad madrileña de Alcorcón no se podían construir casas. Pero el Ayuntamiento, a instancias de su entonces alcalde, dio luz verde para levantar 1.609 viviendas. Cuando se autorizan estas viviendas, según el relato del fiscal, los empresarios que se presentan como dueños "de una importante porción de ese suelo" son Vázquez y Bravo. Un suelo que, según la fiscalía, habían adquirido poco antes de que se recalificase. El fiscal también vincula a ambos con la trama.

El arquitecto y querellado Leopoldo Arnaiz es una pieza clave en este asunto, según el fiscal. Fue contratado como técnico por el ex alcalde de Alcorcón Pablo Zúñiga, del PP, para subsanar los errores urbanísticos del llamado Ensanche Norte. Si no se solventaban, la Comunidad no daba luz verde a las operaciones inmobiliarias que en ellos proyectaba Zúñiga.

Campodón estaba físicamente fuera del área del Ensanche Norte; por tanto, Arnaiz no podía intervenir en esa zona. Pero, según la fiscalía, sí lo hizo. Y emitió un informe favorable a que se construyesen en ella 1.609 viviendas. El fiscal explica: "La inclusión de esa recalificación [la de Campodón] en el ámbito de trabajos encomendados a Arnaiz, resulta de una bastedad que aún supera los gruesos incumplimientos mencionados y no deja lugar a dudas en cuanto a los intereses de Arnaiz y Zúñiga, que no son otros que beneficiar intereses privados, conocedores por anticipado de aquella sorpresiva recalificación".

A estas viviendas se las liberó también de la sujeción "a los porcentajes obligatorios de viviendas públicas, ya que sólo tenían este carácter 339 viviendas [de las 1.609 proyectadas], es decir el 21% de las mismas".

Boadilla del Monte

De Arnaiz, hombre clave junto a Zúñiga en la supuesta trama de Alcorcón, el fiscal describe en la querella su intervención en una extraña operación urbanística en Boadilla del Monte. Arnaiz, señala el fiscal, "conocía las características estratégicas del Ensanche Norte [de Alcorcón], ya que en esas mismas fechas había desarrollado, en beneficio del Banco de Santander, una operación de recalificación de una amplísima zona en el municipio de Boadilla del Monte".

La operación del Banco Santander, siempre según la querella, fue posible "gracias a la doble intervención" de Arnaiz en la misma: por un lado, el Banco de Santander le contrató para comprar terrenos [rústicos y luego recalificados] en la zona y construir allí el mayor complejo bancario de España; y, por otra, el Ayuntamiento de Boadilla, del PP, también le contrató para redactar el planeamiento que incluía ese complejo.