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132.000 de los inmigrantes empadronados carecen de papeles

Los extranjeros constituyen el 7% de la población, según los datos del padrón

De la comparación entre los datos del padrón y los del Ministerio del Interior de 2002 emerge un dato relevante: al menos 131.821 de los 460.282 inmigrantes empadronados en Cataluña están en situación irregular. Así pues, el 29% de los inmigrantes empadronados no tiene los papeles en regla. A ello habría que añadir los inmigrantes que están en situación irregular y no están empadronados, una cifra imposible de determinar. Mientras que Interior cifraba en 2002 en un 5% el porcentaje de extranjeros en Cataluña, el padrón indicaba que eran el 7%.

Las cifras del padrón son, a juicio de la Fundación Jaume Bofill -autora del Anuario 2002 sobre la inmigración en Cataluña-, las más realistas para contabilizar la población extranjera, ya que para empadronarse no es necesario tener regularizada la situación; en cambio, estar inscrito en el padrón tiene la ventaja de garantizar el acceso a la sanidad y a la enseñanza, y además, constituye una prueba de estancia en el territorio muy valiosa para los inmigrantes en situación irregular. Esta cifra, sin embargo, todavía no ha sido filtrada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y aún no es oficial, pero es la que más se aproxima a la realidad, sostienen los autores del anuario.

A finales del año pasado había 460.282 personas extranjeras empadronadas en Cataluña, mientras que hace dos años eran 244.291, de acuerdo con los datos de población del INE. El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, Eliseo Aja, uno de los autores del estudio, consideró ayer durante su presentación que el significativo aumento de la población extranjera hace que Cataluña "se sitúe a niveles muy cercanos a los europeos". Este hecho le llevó a reclamar al Gobierno unas "políticas de inmigración mucho más fuertes" y que las inversiones "sean proporcionales al aumento de población". Aja también habló del "fracaso del contingente del año pasado" y dijo que las políticas que más urgen ahora "son las de regularización para disminuir las bolsas de irregularidad".

El colectivo que más ha crecido durante estos dos años ha sido el procedente de América Central y del Sur, con 92.000 empadronados más, seguido del Magreb, con 49.000 y de los europeos no comunitarios (fundamentalmente de Europa del Este), que con 24.000 empadronados más son los que, con el 198%, incrementan más su presencia en Cataluña. Así, los latinoamericanos -encabezados por ecuatorianos, colombianos y argentinos- se situaron en 2002 como el colectivo inmigrante más numeroso, seguido del magrebí, lo cual invierte la situación que se daba a principios del año anterior. Pero si sólo se tiene en cuenta el país de origen, Marruecos sigue situándose a la cabeza.

Los responsables del estudio destacaron ayer que la inmigración se está diversificando en Cataluña, tanto por nacionalidades como por distribución en el territorio, y que ya no vale el tópico de que "los magrebíes son los más numerosos". Se refirieron a los medios de transporte que utilizan los inmigrantes para llegar a España como ejemplo: "A día de hoy están llegando más inmigrantes por vía aérea que en pateras, aunque la opinión pública crea lo contrario". Las posiciones se vuelven a invertir si sólo se tienen en cuenta los datos de Interior. Aunque los latinoamericanos son el grupo más numeroso en el padrón, su presencia en el registro se reduce a la mitad. No ocurre lo mismo con los magrebíes, ya que del total de 126.000 empadronados, el 85% tiene su situación regularizada, y esto hace que Interior los considere el grupo más numeroso.

Asia rompe la tendencia

El hecho de que en Cataluña haya más inmigrantes sin papeles que en situación regular no se cumple en un caso: Asia. Los residentes asiáticos constituyen el 12,4% de los extranjeros regularizados, pero sólo el 8% de los empadronados; China y Pakistán son los países de origen con más inmigrantes. Este dato pone de manifiesto las diferencias en la tendencia a empadronarse entre los colectivos extranjeros. "Los chinos suelen recurrir a su medicina tradicional cuando enferman, y esto explicaría que para ellos el hecho de estar empadronado no sea una prioridad porque no acuden a la sanidad pública", explicó otra de las autoras del estudio.

El binomio inmigración / delincuencia es otro estereotipo que queda desmentido en el anuario (véase el gráfico). Como se puede comprobar, el número de delitos registrados en 1989 todavía no se ha superado, ni con el incremento del año 2001, aunque se aproxima mucho. Por otro lado, en este año la población extranjera en España era muy superior a la que había en 1989, y esto significa que la relación entre los habitantes y los delitos conocidos por la policía en 2001 es inferior, apunta el anuario.

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