El error no tiene derechos

"¿Nos va a dar usted el móvil?" La pregunta de los periodistas al nuevo portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, quedó sin respuesta ayer en su primera conferencia de prensa. Ya veremos, contestó. Sus predecesores destacaron por esconderse cuanto podían y él no parece desautorizarles. El elegido del cardenal Rouco para cambiar de ambiente, de cuya firmeza doctrinal y capacidad de comunicación nadie duda, lo único que prometió ayer fue "claridad y nitidez". Pero exigió que los mensajes católicos no lleguen a la opinión pública "tamizados" por nadie. "Ni por nosotros, ni por los medios de comunicación", advirtió.

Martínez Camino es doctor en Teología Dogmática y estuvo ocho años resolviendo los conflictos doctrinales del catolicismo español, que no han sido pocos. Su teoría como director de la Comisión para la Doctrina de la Fe, heredera del Santo Oficio de la Inquisición, es que "el error no tiene derechos", un severo principio que el ahora portavoz proclamó hace tres años apelando a la autoridad del temperamental obispo san Agustín de Hipona.

Ayer mismo, nada más presentarse en la sala de prensa de la Casa de la Iglesia, el portavoz episcopal empezó señalando que las informaciones del día anterior estaban plagadas de errores. ¡Vaya por Dios! Pronto aclaró que algunos de esos errores [de fechas, una nimiedad] eran atribuibles a él mismo, que no había estado al alcance de los presentes en todo el día, mientras que la más gruesa equivocación tenía que ver con que prácticamente todos los periódicos y agencias nacionales habían coincidido en señalarle como "ex jesuita" o "jesuita en proceso de exclaustración". Mentira. En realidad, en los últimos catorce meses, el portavoz sólo ha estado "legítimamente ausente" de la Compañía de Jesús, haciendo " vida de contemplación" en un convento cisterciense de San Isidro de Dueñas, cerca de Palencia.