Beckham pide disculpas
El inglés afirma que no quería "distraer" a sus nuevos colegas del Madrid
David Beckham ha mutado de tímido patológico a político cauteloso. Antes, si veía un micrófono se ocultaba. Ahora, tiene un discurso para cada caso. Ayer, en Tokio, hizo un alto en su promoción de productos de belleza para disculparse por haber provocado un revuelo que podría afectar a sus nuevos compañeros madridistas en plena preparación por conseguir el título de Liga, el próximo domingo en el Bernabéu contra el Athletic. "Quiero pedir disculpas a los jugadores [del Real Madrid]", dijo el inglés; "porque todo esto no ha sido causado por mí. No quiero distraerlos. Están luchando por ganar la Liga y no quería que mi fichaje ensombreciera eso".
El nuevo fichaje estrella del Madrid hizo estas declaraciones ayer, ante 300 periodistas nipones -los occidentales fueron discriminados para evitar el exceso de preguntas sobre su traspaso-. Beckham habló junto a su inseparable esposa, Victoria Adams, antes de filmar junto a ella una serie de spots publicitarios para la firma de maquillajes TBC, que les paga 36 millones de euros por dos años de contrato.
Además de preguntar a la pareja por el sentido que tenían las continuas demostraciones públicas de afecto, los periodistas japoneses se interesaron por saber qué clase de sushi preferían. Luego, también preguntaron por la adaptación del jugador al Madrid y su futuro en la selección inglesa. "Unirme a un club masivo como el Real Madrid es un sueño", replicó el ex volante del Manchester. "Pero no lo habría hecho si supiera que afectaría a mi carrera con Inglaterra. He hablado con el señor Eriksson [el seleccionador] sobre todos estos temas porque creo que él es una parte importante en mi carrera. Él me dijo que hiciera lo que hiciera no importaba para qué club jugara. Que ello no afectaría a mi capitanía con la selección de Inglaterra".
A partir de ahí, los reporteros japoneses demostraron poco interés por otra cosa que no fueran los vericuetos futbolísticos del ídolo. "¿No cree que su salida del Manchester fue provocada por Ferguson [el técnico]?", inquirieron. "Por supuesto que podría haber sido hecho de forma diferente", respondió Beckham; "pero no quiero ahondar en eso ahora. El Real dijo que me quería y fue una oportunidad de jugar en un gran club. Así es que estoy muy entusiasmado con la idea de ser parte del Real Madrid". Olvidados por completo de dar publicidad a los maquillajes, los nipones insistieron en asuntos escabrosos y le preguntaron al jugador si pensaba quitarle el dorsal número siete a Raúl. "Ni siquiera he pensado en quitarle eso a Raúl", respondió Beckham; "para mí, él es el rey del Real Madrid. Sea cual sea el número que me den, estaré feliz. Tampoco he discutido con el Madrid sobre la posición donde quieren que juegue. Pero será un buen desafío para mí. En el campo y fuera de él".
"Su esposa le cambió"
Desde Inglaterra, el ex técnico de Beckham, Alex Ferguson, señaló en la revista Sports Ilustrated que el jugador ya no era el mismo chaval sencillo que conoció. "Solía quedarse practicando y practicando después de los entrenamientos. Pero su vida cambió cuando conoció a su mujer [Victoria Adams]. Ella está dentro del mundo del pop y David cambió de imagen. Comenzó a preocuparse por la moda. Yo vi la transición por la que atravesó hasta convertirse en una persona diferente".
Uno de los posibles perjudicados por el fichaje de Beckham por el Madrid es el portugués Luis Figo. "No estoy preocupado por la contratación de Beckham", dijo ayer, en declaraciones a la prensa italiana. "Una cosa es cierta, no me quita el sueño, su llegada no provoca ninguna guerra".
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