El PSPV aprueba la expulsión de los siete diputados rebeldes de L'Alacantí
El clima de protesta se extiende a la Vega Baja y el candidato oficial se queda sin acta
La dirección del PSPV-PSOE cumplió ayer su amenaza y acordó la expulsión inmediata de los siete diputados rebeldes (cuatro titulares y tres suplentes) de L'Alacantí que ignoraron la lista oficial aprobada por el partido a la Diputación de Alicante. La crisis de L'Alacantí se extendió ayer a la Vega Baja, donde salió elegido un diputado provincial alternativo al oficial. El secretario de Organización, Vicent Sarriá, calificó ambos episodios de "hec hos aislados" y emplazó al nuevo diputado rebelde a que entregue su acta antes de la próxima ejecutiva.
Al secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, no le tembló ayer el pulso. El líder socialista, que el pasado lunes intervino personalmente para atajar la crisis en L'Alacantí, impuso finalmente el principio de lealtad y obediencia al partido y cumplió con la amenaza de expulsión a los siete diputados provinciales rebeldes. "La rebelión no es tal. Lo que pasa es que la gente vuelve a reproducir esquemas del pasado y se olvida de que somos un partido serio. Y aquél que no entienda eso, no hace falta que esté", declaró Pla a la SER.
El último intento de acercamiento de la dirección nacional al grupo de diputados alicantinos fracasó. La negociación entre la portavoz de los díscolos de la comarca alicantina, la alcaldesa de Mutxamel, Asunción Llorens, fue vía telefónica con Antonio Bernabé, Antonio Such y José Ignacio Pastor. Llorens propuso la creación de una lista consensuada previa antes de abandonar las actas ganadas democráticamente el pasado martes. Los renovadores estarían dispuestos a descartar a sus candidatos en la lista, siempre que no se contara con Ángel Franco, afirmó Llorens. "Estamos dispuestos a más, siempre que la lista cuente con criterio para incluir a más pueblos", apuntó.
No hubo acuerdo y la ejecutiva del PSPV acordó elevar a Madrid la expulsión "inmediata" de los cuatro diputados de L'Alacantí y la apertura de expedientes informativos a las 29 personas que hayan apoyado la operación. "Han contravenido una decisión democrática del partido, tomada por órganos democráticamente constituidos y además han traicionado a los electores", declaró Sarriá, que, en último término, como responsable de Organización del PSPV, dijo: "Asumiré delante de los órganos políticos toda la responsabilidad". Pla encomendó a Sarriá la confección de la listas de diputados provinciales, que han desatado la crisis en Alicante.
La contestación a la candidatura oficial del PSPV a la Diputación se extendió ayer a la Vega Baja. La candidatura alternativa de un modesto alcalde socialista logró desbancar al hombre propuesto por la ejecutiva del PSPV. Así, José Luis González, primer edil de Benijófar, se impuso sobre el alcalde de Benejúzar, José Antonio García Meseguer, que repetía como candidato a la Diputación.
Esta elección puso en evidencia la precaria estabilidad que existe en el seno de la ejecutiva comarcal. La propuesta del órgano directivo del PSPV en la Vega Baja tropezó con una fuerte oposición entre los 96 concejales que debían elegir a su representante en la Diputación provincial. El desenlace era imprevisible. El alcalde de Benijófar no había reunido, el sábado, los suficientes avales para competir con su rival en la asamblea donde la ejecutiva comarcal votó su alternativa y el sector afín a García Meseguer confiaba en que esta demora les impidiera cumplir los plazos. Ayer, sin embargo, el candidato díscolo logró presentar los apoyos necesarios y consiguió el respaldo mayoritario de los concejales, con ocho votos de diferencia.
La vía que ha abierto el primer edil de Benijófar se ampara en todo un cinturón de municipios casi anónimos en los que ha cundido el desencanto con la línea de actuación seguida en estos cuatro años por García Meseguer. El movimiento se fraguó en pocas semanas y su impulsor directo carecía, a priori, de demasiadas simpatías, ya que detrás de esta corriente se alza el alcalde de Bigastro, José Joaquín Moya, un antiguo peso pesado del partido socialista en la Vega Baja y ex secretario de la ejecutiva comarcal, pero con una posición apenas testimonial en la estructura de la organización. Contra él lanzó sus críticas más demoledoras el candidato derrotado del PSPV, García Meseguer, quien lamentó a pie de urna la involución sufrida en el PSOE al ganar "de nuevo el poder empresarial y las chapuzas de Moya".
Por otra parte, la ejecutiva acordó que Joan Lerma y Antonio García Miralles ocupen el puesto de senadores territoriales, y propuso a María Antonia Armengol, que quedó fuera del Grupo parlamentario socialista, y Vicent García como suplentes de ambos.
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