Críticas a Rigau por la falta de políticas para las familias monoparentales

"Una burla". "Una decepción total". La oposición de izquierda en el Parlament coincidió ayer en criticar a la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau, por presentar un estudio sobre el estado de las familias monoparentales en Cataluña y no concretar ningún tipo de política para satisfacer sus necesidades y demandas. Los núcleos formados por un solo progenitor crecieron el 25% entre 1991 y 1996.

En mayo de 2001 se aprobó una resolución en el Parlament que instaba al Gobierno de la Generalitat a realizar un estudio analítico sobre la situación y las necesidades de los hogares monoparentales en Cataluña para diseñar un programa de ayudas destinado a estas familias, que cada vez son más numerosas. La consejera presentó ayer el informe en la comisión de política social -pero, según la oposición, no concretó cómo se materializarán las ayudas a partir de ahora-, y dijo que la Ley de Apoyo a las Familias, que se tiene que aprobar la próxima semana, ya lo prevé.

Ello provocó un alud de críticas tanto por parte de la oposición de izquierda como del PP porque creen que a la futura ley le "falta voluntad política", ya que es una "declaración de principios". Dolors Nadal, portavoz parlamentaria del PP, lamentó que la ley haya tardado "24 años en llegar" y que se trate de "un catálogo que no fija los derechos de apoyo a la familia". Carme Porta, diputada de ERC, se mostró muy decepcionada tras la comparecencia de Rigau porque, a su juicio, la consejera "no concretó nada" sobre las cuestiones que más preocupan a las familias monoparentales y que el estudio recoge: ayudas económicas; incentivos fiscales; acceso a la vivienda de protección; reducción de la jornada laboral sin que ello implique la disminución del sueldo; conciliación de la vida familiar y laboral, y aumento de plazas en las guarderías.

El estudio apunta que las familias monoparentales crecieron el 25% entre 1991 y 1996 [se ha trabajado con estos años porque son los últimos de los que se tiene el censo de población] y que el incremento más importante se produjo en las familias a cargo de un hombre solo (50%) frente a las de una mujer (19%). A pesar de ello, las familias monomaternales seguían siendo las más numerosas en 1996, con el 78% del total. La viudedad seguía siendo la procedencia mayoritaria de estos núcleos, aunque se apunta una tendencia al alza de una "monoparentalidad más moderna" fruto de las separaciones matrimoniales y de los hijos nacidos de relaciones esporádicas. Del informe también se desprende que el 36% de los padres y madres solos tenían estudios primarios, mientras que el 24% no tenía ningún estudio. Estos núcleos familiares formados por inmigrantes no comunitarios crecieron el 172% en ese periodo.

Pese a que Cataluña, con el 8,8%, se aproxima más a los patrones europeos (9%) que a los españoles (5%) en cuanto a la proporción de menores de 16 años que viven en hogares monoparentales, el porcentaje del PIB que se dedica a las prestaciones familiares sigue siendo muy bajo. En Cataluña y el resto de España se destinaba en 1999 el 0,4% del PIB, mientras que en el conjunto de Europa era el 2,2%.