"De componer, en España no viven más de cuatro"

Alfonso García de la Torre (Vitoria, 1964) es profesor de Composición Electroacústica en el Conservatorio Jesús Guridi de Vitoria, pero, además, lleva a la práctica sus enseñanzas en todas sus facetas, como se podrá comprobar mañana y el viernes en el ciclo Nuevas Tendencias de la Música Contemporánea que se presenta en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria.

Pregunta. Menos mal que tiene el sueldo de profesor, porque la música contemporánea no da para vivir.

Respuesta. De la composición, en España no viven más de cuatro. En cuanto a la interpretación de esas partituras, hay que recorrer medio mundo para poder dedicarte sólo a la música, lo que por ahora consiguen no más de cinco formaciones.

P. Y todo ese panorama, tras años de estudio. ¿No es un poco frustrante después de ver Operación Triunfo?

R. Antes de nada, hay que reconocer que la imagen de esos programas es falsa. No son advenedizos; en su mayor parte es gente con una carrera académica y profesional detrás. La música es un maratón: hay que ser un corredor de fondo y, a veces, surgen oportunidades, como intérprete, compositor o gestor musical.

P. Sorprende postura tan razonable.

R. Lo que es criticable es el escaso tratamiento que se da en los medios, la ausencia del respaldo social que merecen todos esos chavales que se pasan media vida estudiando, que salen a formarse al extranjero, pero que no interpretan música comercial. Lo que me molesta es que se considere joven a esos cantantes y que no lo sean quienes se dedican a la música barroca o contemporánea.

P. Vitoria está a la espera de inaugurar un flamante auditorio...

R. Ahora hay que llenarlo de contenido. En España se están construyendo muchos auditorios para lucimiento de arquitectos. Es el momento de dar vida a ese edificio con jóvenes promesas, otras músicas (incluidos el pop y el rock). Hace falta un criterio musical, que haga de Vitoria una ciudad de referencia. Y, sobre todo, criterio en arquitectos y políticos. Hay un desconocimiento de la historia de la música: no se pueden construir auditorios en el siglo XXI con salas del XIX. Han preparado una sala experimental, mínima, pero la sala principal debería ofrecer la posibilidad de estrenar montajes interactivos en los que se usen las nuevas tecnologías, como los que se presentan en los grandes festivales del mundo.

P. El viernes presenta la música para una coreografía de Michelle Man. ¿Cómo ha sido el encuentro con la danza?

R. La música electroacústica se puede manejar como si fuera plastilina; los sonidos toman forma según las circunstancias. Esto le viene muy bien a la danza contemporánea, versátil, y con múltiples cadencias. Sin embargo, hay ciertas tendencias que apuestan por partituras de siglos pasados. Nueva danza se supone que es nueva música y la electroacústica ofrece unas posibilidades increíbles.