25 años para el acusado de matar a dos argelinos en Russafa

Richard P.M. ha sido condenado por el tribunal de la sección tercera de la Audiencia de Valencia a 25 años de cárcel por la muerte de dos ciudadanos argelinos, Ali Sisaoui y Abbas Naimi en la madrugada del 11 de octubre de 2001 en Russafa. Richard P. M. fue considerado culpable por el jurado, pero los otros tres jóvenes que también fueron detenidos y acusados de los hechos, fueron declarados inocentes de los cargos que pesaban contra ellos, por lo que el tribunal ha mantenido dicho veredicto.

En la madrugada del 11 de octubre de 2001, los cuatro acusados inicialmente estaban en la puerta de local Nit i Dia, en la esquina de las calles de Cádiz y Gran Vía Germanías de Valencia. Por razones que no han quedado aclaradas en la vista, a las 3.30 se inició una disputa entre ellos y tres hombres de nacionalidad argelina. Pronto el encontronazo se convirtió en empujones y después en pelea. Ali Sisaoui sacó una navaja de 4,5 centímetros de hoja e hirió en el enfrentamiento a Richard P.M. Los gritos provocaron que Ali Sisaoui, Abbas Naimi y un tercer hombre que no fue identificado emprendieran la huida. Tras intentar escapar por varias calles del barrio, Sisaoui y Naimi quedaron atrapados en una de ellas, su trayectoria fue interceptada por el coche en el que viajaban los cuatro acusados. Ali Sisaoui murió en el acto de varias puñaladas. Su compañero, Abbas Naimi, murió varios días después en el Hospital Clínico.

No hubo xenofobia

El fiscal solicitó 32 años de cárcel para cada uno de los cuatro acusados, porque entendió que en la muerte de los fallecidos participaron los cuatro acusados aunque el ejecutor principal fuera Richard P.M. Una de las acusaciones particulares solicitó que además de los dos delitos de asesinato se contemplara uno más de xenofobia y racismo, que no fue estimada.

Durante las sesiones del juicio, un testigo de la policía local, de la primera dotación que aquella madrugada acudió al lugar de los hechos, dijo que recordaba que uno de los cuatro chicos llevaba una camiseta con símbolos neonazis. Además, afirmó que al ser detenidos uno de ellos replicó: "Vamos a pagar por dos moros de mierda". Esas referencias no fueron sostenidas por el resto de testigos.

En las sesiones del juicio, Richard P.M. afirmó que actuaron en defensa propia, después de haber sido agredidos por los fallecidos. Pero la tesis no fue aceptada por el jurado.

La sentencia considera que existió el agravante de abuso de superioridad por "el estado de embriaguez de las víctimas" y la "presencia de otros perseguidores". Y admite, tal y como indicó el jurado en su veredicto, que el acusado no tenía intención de matar, por lo que desestima que se tratara de un delito de asesinato. El fallo fija en 72.000 euros la indemnización que el condenado deberá abonar a los herederos de las dos víctimas.