Clase política
La idea de que los políticos forman una sola clase es antigua, y no necesariamente peyorativa. La sabiduría popular dice que "todos son iguales", lo cual tiene un toque maligno. La noción de "clase política" que probablemente viene de Max Weber indica que los profesionales de la política tienen intereses inmediatos (sueldos, escalafones, reglamentos de trabajo, conservación y mejora de sus puestos, etcétera) que son los mismos. Hacia la izquierda, marxista o no, se decía que los políticos salen de una misma clase social: abogados, profesores, intelectuales, de un mismo sector social, y por lo tanto sus intereses son iguales en los partidos parlamentarios grandes; y lo mismo pasa con los profesionales de la justicia y los poseedores de medios de comunicación. En todo hay un tufo de realidad. Añado: ahora hay una "clase intelectual".
Distingo entre política y los políticos. Aunque la frase dominante es la de que hay que respetar todas las ideas, yo no respeto ninguna, pero sí a quienes las profesan. Comprendo y admiro al religioso, y me pongo a su lado si le ofenden personalmente, pero creo que la religión ha sido la causa del viejo desastre español; y es la perdición del pensamiento actual, junto con su hermano bastardo el nacionalismo. Desprecio la política, y su degeneración, pero no estoy dispuesto a admitir que todos los políticos son iguales; y si hay sinvergüenzas o crápulas, como esos dos que sabemos, hay gente honrada; aunque no sé si honesta. No puedo negar que los veo a todos dentro de una misma clase actual, aunque con un matiz quizá trascendental: la razón de su procedencia y la de su dedicación a la política. Luego, están sus hechos. Respeto igualmente a Esperanza Aguirre y a Simancas; ahora tengo en duda a Esperanza, no tanto por el arranque del crimen actual sino por su comportamiento posterior: por su ultimátum, por su forma de verter sobre la víctima la acusación de culpable. En esa medida en la que su comportamiento me parezca erróneo puedo considerar a la persona: no porque pertenezca al PP. Como ideologías, no puedo considerar lo mismo al PSOE y el PP; ni a IU igual que a los otros dos. El PP es intrínsecamente malo.
(Honradez: rectitud de ánimo, integridad en el obrar. Honestidad: pudoroso, recatado. Quiero ser honrado, no honesto).
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