Laporta ficha a Begiristain
El presidente del Barça sigue el consejo de Cruyff y elige al ex azulgrana como director deportivo
Joan Laporta, nuevo presidente del Barça, cuya elección ha revolucionado el paisaje azulgrana, dio ayer el primer nombre de su proyecto. El secreto a voces quedó confirmado: Txiki Begiristain, el ex jugador azulgrana, el más idóneo para el cargo según el criterio de Johan Cruyff, será el nuevo secretario técnico del Barcelona en sustitución de Carles Rexach. El puesto del entrenador todavía no ha sido revelado, pero todo el mundo da por seguro que lo ocupará el holandés Guus Hiddink, el actual técnico del PSV y gran amigo de Cruyff, consejero del equipo del nuevo presidente. Laporta ya había anunciado, a diferencia de Lluís Bassat, el candidato derrotado, que no pagaría un traspaso al Ajax por Ronald Koeman, aunque nadie descarta que se incorpore al proyecto la próxima temporada.
La noche de celebración fue larga para festejar una victoria histórica y, tan demoledora respecto a sus rivales, que hasta Laporta confesó ayer que "le supo mal". "Pero la gente ha querido y apostado por el cambio", afirmó ayer tras un día frenético en el que no cesó de dar entrevistas audiovisuales. Los moldes se han roto -¿Cuándo se había visto al presidente del Barça y sus directivos celebrar la victoria en una discoteca?- y la masa social se ha inclinado por un equipo rupturista independientemente de la figura de Beckham. El presidente, que dijo haber recibido la felicitación, entre otros, de su homónimo Florentino Pérez, con íntimos amigos en la candidatura perdedora, tildó de análisis simplista pensar en que su victoria estaba basada sólo en el fichaje del inglés. "Los socios", afirmó en una tesis que compartieron sus rivales, "han querido el cambio".
Laporta tiene diez días para tomar posesión de su cargo pero ayer anunció que lo asumirá esta misma semana. Hoy mismo dará detalles, en una intervención en la sede de su campaña electoral, de sus planes más inmediatos. Dos miembros de su equipo se reunieron ayer con el presidente de la comisión gestora del club, Joan Trayter, para tramitar el traspaso de poderes y gestionar la presentación del aval en la Liga de Fútbol Profesional de los 26 millones de euros. La nueva junta no acatará el artículo 29 de los estatutos que plantea, en principio, una situación surrealista: considera como primer año de mandato el mismo de la toma de posesión por lo que, en teoría, dos semanas contarían como una temporada. La legislatura de cuatro años quedaría reducida a tres. "¿No tenían tanta prisa en echarme? Pues son tres años", dijo hace poco Enric Reyna, el presidente saliente. Laporta no piensa consentirlo y mucho menos aportar un aval para esta campaña que agoniza y cuyo fracaso económico es achacable a Joan Gaspart y Reyna. "A ver si vamos a estar al final sólo dos minutos. Un hecho excepcional no tiene porque perjudicar la norma general de cuatro años", dijo Laporta minimizando el problema. La secretaria general de Deportes de la Generalitat también relativizó el problema y señaló que, al margen de poder responder a una consulta, quien debe tomar una decisión es la comisión estatutaria del club.
Sandro Rosell, vicepresidente deportivo del Barça, se reunirá hoy con Javier Pérez Farguell, director general del club, para tratar los temas más urgentes. La nueva junta tendrá que resolver casi de forma inmediata el caso de Radomir Antic, el actual entrenador y que posiblemente dirigirá el domingo, ante el Celta, el último partido en el Camp Nou. El ex presidente Reyna le renovó por un año antes de dimitir, aunque la prórroga estaba condicionada -en teoría, sin penalización económica- a la decisión de su sucesor. Cinco jugadores, todos titulares, aguardan también cómo se encara su futuro: El defensa Frank de Boer y el centrocampista Cocu acaban contrato; Mendieta y Sorín agotan final de mes su cesión del Lazio y también culmina el plazo que dio Kluivert para resolver su situación. El holandés tiene contrato hasta 2005, pero el pasado 15 de mayo expiró una cláusula a través de la cual el club podía rebajarle su ficha drásticamente a cambio de bajar su valor en el mercado. El agente del delantero acordó dar una semana de margen al nuevo presidente desde su toma de posesión.
"Las decisiones están maduradas, pero ahora tenemos que confirmar el diagnóstico. Es urgente hacer una auditoría tanto en el área económica como en la deportiva", señaló Rosell, que ya firmó un precontrato con el portero turco Rustu. No sólo están los seis casos del vestuario. El Barça tiene también a dos jugadores cedidos (Alfonso, en el Betis; Geovanni, Benfica) y todavía tiene una opción de recompra sobre Luis García, el delantero que salió de la cantera y ahora, en el Atlético.
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