España comprará 24 helicópteros europeos por 1.300 millones
Trillo anula su visita al salón de Le Bourget (París) donde tenía previsto anunciar el programa
Tras más de un año de dudas, España ha preferido finalmente ser socio de un proyecto europeo, con la incertidumbre que ello conlleva, que cliente de un producto estadounidense, con las garantías y comodidades asociadas. El Tigre de Eurocopter ha ganado al Apache de Boeing por 24 a 0. Es decir, el Ejército de Tierra español comprará 24 helicópteros de ataque europeos, con un coste de 1.300 millones de euros, y ninguno norteamericano.
La posibilidad de repartir el programa entre los dos modelos ha quedado definitivamente descartada, no sólo porque ello hubiera complicado extraordinariamente la formación del personal y el mantenimiento, sino también porque habría impedido obtener todos los beneficios industriales de una de las mayores inversiones militares de la década.
De hecho, el factor determinante para la victoria del Tigre ha sido el programa de compensaciones, que permitirá sentar las bases de una verdadera industria de helicópteros en España, frente al panorama actual de capacidades limitadas y dispersas entre varias empresas. La base de la misma será Eurocopter, filial del consorcio aeronáutico europeo EADS, en cuyo capital participa la sociedad pública SEPI, aunque también se beneficiarán otras muchas compañías como Indra, en el sector de electrónica, o ITP, en el de motores.
El punto de inflexión en las negociaciones se produjo el pasado otoño, cuando Francia aceptó desarrollar conjuntamente con España y compartir por tanto los gastos del nuevo modelo HAD (Helicóptero de Ataque y Destrucción), que será el que dote al Ejército español. El HAD será un helicóptero polivalente, frente al modelo HAP francés, para misiones de apoyo y protección, o el UHT alemán, contracarro.
Si el programa se pone en marcha antes del verano, como está previsto, el Ejército español podría recibir entre 2004 y 2005 las seis primeras unidades. España carece de helicópteros de ataque, pues hace tiempo que los viejos Bo-105 Bolkov no pueden cumplir su función original. De hecho, para el asalto a Perejil, en julio del año pasado, se tuvo que artillar helicópteros UH de transporte ligero.
El Ejército de Tierra nunca ha ocultado su preferencia por el Apache, profusamente utilizado en conflictos como los de Kosovo, Oriente Próximo o Irak, frente a un Tigre que aún no ha pasado su bautizo en combate. Además, ni la versión francesa ni la alemana cumplían sus requisitos.
Por eso hubo que desarrollar el modelo HAD, cuya principal diferencia respecto al HAP es un motor de mayor potencia (alrededor del 14%), lo que le permitirá operar en climas más cálidos que los centroeuropeos y disparar misiles contracarro de tercera generación. Con este objetivo, la firma española ITP se incorporará como socio al consorcio fabricante del motor del Tigre.
A favor del Tigre han ido alineándose no sólo Defensa, sino también la SEPI y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, que adelantará el dinero para la puesta en marcha del programa, lo que ha acabado venciendo la resistencia del Ejército de Tierra, que en todo caso prefiere tener un helicóptero europeo a seguir sin ninguno.
Una vez tomada la decisión, sólo resta anunciarla. Y ello depende de razones de oportunidad política. Estaba previsto que el anuncio se hiciera con motivo de la visita a la feria aeronáutica de Le Bourget (París) del ministro Federico Trillo-Figueroa, a través de una declaración conjunta con su homóloga francesa, Michèle Alliot-Marie. Pero la visita del ministro a esta feria, inaugurada el sábado por el presidente francés, Jacques Chirac, se ha cancelado en el último momento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.