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El 112 recibe en cinco meses 821 llamadas de agresiones domésticas

La mayoría de los avisos al Centro de Emergencias no genera la posterior denuncia

El teléfono 112 del Centro de Emergencias registró entre enero y mayo 821 avisos de agresiones en el ámbito doméstico. De ellas, 437 correspondieron a Valencia, 344 a Alicante y 40 a Castellón. El mes que mayor número de llamadas por violencia en el seno de la familia acumuló fue marzo, con 98 alertas sólo en la provincia de Valencia. Según fuentes policiales, una mínima parte de las actuaciones se convierte en una denuncia efectiva.

Durante el pasado año, en los juzgados se incoaron 983 diligencias por delitos de violencia doméstica, de las que sólo se ha sentenciado en tres casos, y se abrieron 878 procedimientos de faltas, 33 con fallo. Ese total anual es ligeramente superior a los casos registrados a través del 112 en los cinco primeros meses de este años. Los problemas para que estos casos lleguen a la justicia se suceden siempre en el mismo punto: a pesar de tener conocimiento a través de estos avisos de que en un hogar se están produciendo episodios de violencia, los registros no están interconectados y sólo la denuncia de la víctima pone en marcha el operativo judicial. En muchos casos, y sin denuncia, las policías nacional y local acuden a una misma dirección en varias ocasiones, como ocurre en algunos puntos de Valencia o en Aldaia, Cullera o La Pobla de Vallbona.

El protocolo de identificación y clasificación de las llamadas considera en el 112 como violencia doméstica aquélla que se localiza dentro del ámbito doméstico entre miembros con relación familiar o de convivencia; quedan excluidas de esta tipificación las agresiones a menores porque se clasifican en otro apartado. Ante cada uno de los avisos, el protocolo indica que se movilicen efectivos de la Guardia Civil, de la policía nacional, la autonómica y el CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias), aunque no siempre ocurre así, como lo demuestra un doble aviso hace tres semanas en un domicilio de La Cañada, en Paterna, en el que la agresión fue entre dos hermanos y donde sólo acudieron efectivos policiales, según fuentes de este cuerpo.

La cifra de avisos es especialmente significativa, a pesar de que entre ellos haya alguna llamada falsa o una errónea apreciación de un hecho por alguna persona cercana que avisa. De las 821 llamadas registradas entre el 1 de enero de 2003 y el pasado 31 de mayo, 437 correspondieron a episodios localizados en la provincia de Valencia, 344 a la de Alicante y 40 a Castellón. De entre ellas, tres llamadas correspondieron a dispositivos de teleasistencia, aunque desde el 112 no pueden precisar si la alerta fue hecha desde el localizador o por otro sistema. Sea como fuere, y tal como indican fuentes policiales y de la Fiscalía de Valencia, "la cifra indica que hay un problema muy grave de violencia en el seno de la familia".

Los datos del 112 no especifican si la violencia ha sido causada por un hombre a una mujer o viceversa, tampoco si se trata de agresiones entre padres e hijos. Sin embargo, fuentes del 112 y policiales precisan que con ser importantes los avisos de agresiones entre padres e hijos, suponen una minoría del total frente a la violencia que se registra entre la pareja, especialmente del hombre sobre la mujer.

Esas mismas fuentes apuntan que debe generarse un sistema que permita intercambiar la información con la judicatura sobre los hogares en los que se están registrando episodios de violencia que no son denunciados pero son habituales y que suponen un elevado riesgo dada su frecuencia. Desde la policía nacional se asegura que salvo casos de una evidencia incontestable, o en aquéllos donde no es así pero la víctima decide presentar denuncia, no se puede intervenir de forma directa, aunque sí se pone en conocimiento de los afectados cuáles son los medios disponibles. Medios que, como el Centro de Atención 24 horas, también presenta carencias, como la que hace algunas semanas denunció una mujer que fue agredida por su ex pareja en Madrid, regresó a Valencia y durante dos meses, según explicó la mujer, ni siquiera le dijeron qué juzgado tramitaría su causa.

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