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Reportaje:

El junio más asfixiante que se recuerda

Los pronósticos anuncian que las altas temperaturas de estos días continuarán una semana más

Pablo Ximénez de Sandoval

Si usted es de los que se desesperan fácilmente con el calor, paciencia. La ola de calor que está apretando en toda España y parte de Europa la última semana promete continuar 10 días más, según las previsiones a medio plazo del Instituto Nacional de Meteorología (INM). Lo que venga, tormentas incluidas, se sumará a cinco días de sudores, noches en vela, abanicos desencajados y récords de consumo de energía eléctrica para completar uno de los meses de junio más calurosos de las últimas décadas.

Las temperaturas medias de España en junio están entre los 12 y los 24 grados, según las zonas. Esta semana las medias se han situado por encima de los 30 grados. Según el Instituto Nacional de Meteorología, se han registrado valores entre siete y ocho grados por encima de la media normal para esta época. En realidad no se están batiendo marcas máximas en las temperaturas. No hace ahora más calor del que hará previsiblemente entre el 15 de julio y el 15 de agosto, la época más ardiente del año. Lo que vivimos es un calor acumulativo, de varios días seguidos.

Estamos viviendo los días más largos del año, con 12 horas diarias a más de 30 grados
Los picos de consumo energético para refrigerarse son iguales que los del invierno

"En todo el tiempo que llevo aquí, no recuerdo un adelanto del verano como éste", afirma José Antonio Miró, jefe de guardia en el servicio de predicciones del INM. "Las temperaturas no van a bajar aunque haya precipitaciones", afirma. Los últimos dos días el teléfono del servicio de guardia ha estado sobrecargado de llamadas que han recibido esta desesperante información.

Varios factores contribuyen a la sensación de angustia. En primer lugar, el cambio brusco del tiempo. Hace apenas tres semanas que en las conversaciones de ascensor el frío era el protagonista. "Además se trata de muchas horas de calor. Estamos viviendo los días más largos del año. Aunque las máximas no sean de récord, pasamos unas doce horas diarias con más de 30 grados. En agosto, con temperaturas más altas, se sufren durante unas ocho horas al día. El efecto acumulativo del calor es más fuerte en junio que en cualquier otra época", dice el divulgador científico Manuel Toharia.

El efecto de refresco nocturno también queda anulado, porque las noches son más cortas. A las horas de acostarse sigue haciendo calor, y las temperaturas mínimas se alcanzan sobre las seis de la mañana. Pero a esa hora ya empieza a haber luz, por lo que nunca da tiempo a refrescar. "Se acorta la diferencia entre las máximas y las mínimas. El refrescamiento nocturno no se produce", explica el meteorólogo Jorge Ron. En conjunto, la sensación de agobio es mucho mayor que en otras fechas en las que hace más calor que estos días.

Todo esto se produce por un fenómeno habitual en España, pero en otro momento y en otro lugar. En verano la Península recibe viento del Sáhara en vez del habitual del Atlántico. Se producen entonces las temperaturas más altas del año. Este mes de junio ese fenómeno se ha adelantado. "Se ha formado una depresión térmica en el suroeste de la Península que impide la entrada de aire del Atlántico y permite el paso del viento del Sáhara", explica el meteorólogo del INM Alberto Castejón.

Pero además esa masa de aire norafricano, que suele situarse sobre el sur de España, esta vez se ha situado más arriba, en el centro. "Es tan potente que no ha dejado que entren borrascas", explica el meteorólogo Jacob Petrus. "En condiciones normales algún frente habría roto esta estabilidad con lluvias o viento", dice Petrus, pero la masa de aire caliente "no ha dejado ninguna posibilidad", dado su tamaño y su posición.

Al menos dos consecuencias económicas del calor a destiempo se están haciendo notar. El viernes la demanda eléctrica en España marcó un récord anual. El uso de aire acondicionado elevó el consumo hasta los 34.240 megavatios. Previamente, el récord de consumo ya se había batido el martes, el miércoles y el jueves. La saturación provocó interrupciones en el servicio en Andalucía y Extremadura. En la provincia de Sevilla el viernes hubo 14 cortes de luz, y en la capital, 10. Los picos de consumo de energía en verano se han igualado a los del invierno.

En el campo la temporada de cereal de la mitad norte de la Península va a sufrir pérdidas por culpa del calor. En el sur, el cereal ya está salvado, pero en el norte el cereal está granando (la época de engorde de la espiga), y es justo cuando más agua y fresco necesita. Con este calor hay peligro real de que se queme la espiga.

Las previsiones anuncian tormentas que deben empezar hoy. Lluvias que harán bajar un par de grados la temperatura, pero que apenas serán un espejismo. El calor seguirá. El consuelo, según los meteorólogos consultados, es que cuando se produce este fenómeno (cada 20 años aproximadamente) el tiempo fresco llega antes. Entonces quizá podamos quejarnos del frío que hace para mediados de septiembre.

Abanicos para aliviar el calor en Bilbao, donde el mercurio alcanzó los 38 grados el viernes.
Abanicos para aliviar el calor en Bilbao, donde el mercurio alcanzó los 38 grados el viernes.TXETXU BERRUEZO

Media Europa, sofocada

La ola de calor está afectando a todo el sur de Europa. En Francia, informa Octavi Martí, hay una verdadera psicosis. El aire sahariano llega desde el Mediterráneo y está manteniendo las temperaturas entre 10 y 12 grados por encima de lo normal en junio. El temor a la sequía es oficial. En regiones del centro y sur del país, los prefectos (gobernadores provinicales) han prohibido lavar los coches, regar el césped o llenar piscinas para ahorrar agua. El bochorno cubre París desde hace tres semanas y las tormentas son habituales.

En Italia el calor ocupa las portadas de los periódicos, informa Lola Galán. Dos mujeres hen muerto por el calor en Mestre y Lecco, en el norte. En Italia el efecto combinado de calor y humedad multiplicca la sensación de agobio. Milán ha tenido máximas de 36º con un 48% de humedad, por lo que se perciben como 42º. Venecia tiene un 68% de humedad y 32º. Roma está viviendo el mes de junio más caluroso desde que existen sistemas de medición, hace 220 años.

En Viena llevan un mes con temperaturas de 35º, informa Julieta Rudich. La ciudad ha emitido alertas por el nivel de ozono durante dos días seguidos, y el consumo de agua ha aumentado un 25%. Los mosquitos han hecho su aparición.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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