Diagnósticos falsos y remedios equivocados
El nuevo gobierno municipal que dio a conocer Francisco de la Torre, nace estigmatizado por el conflicto que en las dos últimas semanas han mantenido el alcalde y el presidente provincial del PP y número dos en la candidatura, Joaquín Ramírez, sobre el papel que éste debía ocupar en él. La negativa del alcalde a conceder a Ramírez un papel preponderante (portavoz o primer teniente de alcalde) ha derivado en una convulsión interna que ha ensombrecido la mayoría absoluta y que pone al equipo de gobierno bajo la lupa.
Nadie en el partido entiende el conflicto. Ramírez, siempre irónico, ha acudido a la interpretación que Groucho Marx hacía de la política para echar pelillos a la mar: "El arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Después de tres años de gobierno con un grupo fracturado y heredado de su antecesora, Celia Villalobos, De la Torre quería manos libres y mando absoluto. Ramírez es la primera autoridad del partido en la provincia, pero no tendrá un papel en el gobierno municipal y será portavoz en la Diputación, donde el PP se sienta en la oposición.
Uno de los argumentos del alcalde es la acumulación de cargos de Ramírez, que es también diputado autonómico. Pero resulta que la mujer fuerte del nuevo gobierno es Mariví Romero, la secretaria provincial, a quien De la Torre ha hecho portavoz del grupo, ha añadido a su concejalía de Bienestar Social las competencias sobre vivienda y ha nombrado segunda teniente de alcalde. Romero es el valor en alza, como siempre quiso Villalobos.
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