Zapatero convoca a los 'barones' por la 'crisis de Madrid'

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no quiere ocultar que la crisis que vive su partido por los acontecimientos de la Comunidad de Madrid, con la fuga de dos diputados socialistas para, al parecer, impedir el gobierno del PSOE e IU, ha puesto a su partido, y a él mismo, en una de las situaciones más graves que ha vivido desde su llegada a la secretaría general.

Así lo reconocen en su entorno al explicar la reunión extraordinaria que Zapatero ha convocado de su ejecutiva federal para el próximo lunes, y a continuación del Consejo Territorial. Este es el órgano que reúne a los secretarios generales de federación y a los presidentes autonómicos, es decir, a los llamados barones, aunque en puridad ya hay dos baronesas: Dolores Gorostiaga, secretaria general de Cantabria, y Antonia Palomo, secretaria general de Ceuta.

Sólo hace una semana que los socialistas habían debatido en su comité federal sobre su situación poselectoral, su moderado optimismo por el resultado, y su prudente alegría porque, al menos, iban a gobernar nada menos que en la Comunidad de Madrid. El candidato a la presidencia madrileña, Rafael Simancas, fue de los más aplaudidos, junto a los socialistas vascos, por su resultado, y muy felicitado. Para muchos socialistas, Simancas ha sido un descubrimiento por su "seriedad" y "solvencia" muy reciente. Su discurso en este comité federal reafirmó la buena impresión que ya iban teniendo de él los socialistas de toda España. Sus últimas palabras son ahora un sarcasmo y se repiten en todo el PSOE con amargura. "Si de algo me alegro es de que la Federación Socialista Madrileña ha dejado de ser un problema para el PSOE", aseguran que dijo Rafael Simancas como broche de su intervención en el comité federal del pasado viernes.

Vergüenza

La reunión del próximo lunes, sin duda, tendrá un tono diferente a la de hace una semana. Precisamente porque Rodríguez Zapatero sabe que el desánimo cunde en su organización "por la vergüenza" que les ha producido que dos de los suyos, probablemente se hayan dejado corromper, según acusan todos los días los propios dirigentes socialistas, les hace retrotraerse a momentos muy duros que creían ya pasados cuando afloraron casos muy sonados de corrupción.

El líder socialista, no obstante, llama a los suyos para reconocer el gran problema que ahora les embarga pero, sobre todo, para infundir ánimo y establecer una estrategia que haga frente a la fuerte embestida que esperan del Partido Popular.