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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Burla

Acabo de enterarme de la burla a los votantes de izquierda de Madrid ejercida por dos diputados electos del PSOE.

Ésta es la mejor manera de fomentar el pasotismo y la abstención en la izquierda. Estoy expectante por ver las medidas radicales que vaya a adoptar el señor Rodríguez Zapatero, porque esto en tiempos de Guerra no pasaba.

Señor Tamayo: muchas gracias por explicar en televisión (antes que a sus "compañeros") que ustedes están dispuestos a darle el gobierno de la Comunidad de Madrid al PP porque no desean que el proyecto del PSOE pueda girar a la izquierda (extrema izquierda de IU, perdón).

Muchas gracias por evitar la palabra "chantaje", y al mismo tiempo decir claramente que si Simancas cambia de postura, ustedes irán a votar apoyando a "su" partido.

Muchas gracias, por supuesto, por contemplar la posibilidad de gobernar en minoría y sin pactos, para hacerlo todo más animadillo en el Congreso (que los plenos suelen ser muy aburridos).

Muchas gracias por dejarnos claro que a ustedes también les parece que en IU son todos una panda de rojos comunistas.

Pero no se preocupen si sus "compañeros" no les entienden, que nosotras sí lo hacemos: entendemos que para los votantes moderados del PSOE, igual es votar al PSOE que votar al PP (un lavado de cara después de la guerra no viene nada mal).

Entendemos que no es un "chantaje" porque ustedes no pretenden que acepten, así que sólo es un "chantaje de mentirijilla". Y entendemos que IU les parezca la amenaza roja, porque, no nos engañemos, ustedes son de derechas.

Lo que no terminamos de entender es por qué no han tenido la valentía política de presentarse en la Asamblea de Madrid y abstenerse o votar directamente por el PP delante de los que ustedes llaman "sus compañeros".

Con la incomparecencia de Tamayo y Sáez en la Asamblea de la Comunidad de Madrid hemos vuelto a asistir a uno de los fenómenos políticos más controvertidos de los últimos tiempos: el transfuguismo. Es cierto que estos dos diputados regionales no se han cambiado de grupo político, pero con su actitud han dejado en bandeja a la derecha la victoria que no obtuvo en las urnas.

Es bochornoso ver cómo han vendido estos sujetos al PP la presidencia de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, como si fuese una mercadería sin valor -y de su propiedad-, por intransigencia y cerrazón, por tozudez, por ser incapaces de renunciar al infantilismo de imponer su capricho, y además escudándose en la supuesta defensa de la voluntad de los electores, voluntad que estoy seguro de que los señores Tamayo y Sáez desconocen.

¿Han llamado a los votantes, casa por casa, preguntándoles su opinión sobre la burrada que iban a hacer en la Asamblea? ¿Han hecho encuestas o sondeos sobre si estaban de acuerdo con los pactos con Izquierda Unida? ¿O se han limitado a asumir que la voluntad de los ciudadanos que les han votado desaparece debajo de la autoridad de que se ven imbuidos los candidatos al recibir el acta de diputados? Más bien parece esto último: una vez que tengo el poder en mis manos, es mío, hago con él lo que me place, y se lo regalo o se lo vendo a quien me parece. Los electores no importan; son sólo un medio.

Puede que no lo hayan tenido en cuenta antes de tomar la decisión que han tomado, o puede que les dé igual, pero lo cierto es que el transfuguismo no es gratis; tiene efectos profundos, efectos en los votantes. Gente como Tamayo nos hace desconfiar de la democracia. Si comportamientos como éste se repiten, que a nadie le extrañe que nos planteemos la necesidad de reformarla.

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