El Clínico reducirá asistencia para salir de la crisis y se centrará en alta especialización

"Replantearemos el hospital para no morir de éxito". La presidenta del patronato del hospital Clínico y delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, utilizó ayer estas palabras al presentar los ejes básicos del plan para sacar de la crisis el centro sanitario. El encargado de hacerlo será el nuevo director general, Joan Rodés, quien aclaró: "el plan de reestructuración no será traumático ni para los pacientes ni para la plantilla". Lo que Rodés tiene claro es que el futuro del centro pasa por la alta especialización y, sobre todo, por derivar a otros hospitales la patología menor.

Joan Rodés insistió en su primera aparición pública desde que fue nombrado director general del Clínico, que el hospital necesita un "plan viable", para lo que busca "apoyo de las administraciones" y "consenso" con la plantilla. El director médico, Ginés Sanz, especificó que la reducción de la actividad asistencial en patologías menores ya se está realizando "de forma tranquila y con cuidado".

La intención del nuevo equipo directivo es que aquellos pacientes que vivan lejos del Clínico y que acudan al centro para tratarse de afecciones de baja complejidad, como operaciones de apendicitis, hernias u otros procesos, "sean atenidos en otros hospitales", apuntó. No obstante, "no hemos dejado de atender a los pacientes que han querido iniciar el tratamiento en el Clínico", insistió Sanz.

Respecto a la posible repercusión de esta drástica medida sobre la actividad del resto de hospitales de la ciudad, en los que podrían agravarse las listas de espera, el director médico aseguró que "si se producen disfunciones, se podría reconsiderar esta decisión".

Pero la marcha atrás en este proyecto es poco probable. En 2002 el Clínico tuvo un déficit récord de 31 millones de euros, casi el doble que en 2001 y el triple que en 2000. Este déficit, que debe ser asumido por las administraciones responsables, obligará al nuevo equipo directivo a aplicar buena parte de los recortes que ya había previsto el hasta ahora gerente, Joan Grau. De entrada, se ampliará el número de camas que dejarán de funcionar durante el verano. En agosto se cerrará hasta el 35% de las 850 camas de que dispone el centro, "algo más de lo que era habitual en estas fechas", aclaró Sanz.

Aportaciones insuficientes

Pero cerrar camas no será suficiente. El problema de fondo del hospital es, según sus gestores, que los 150 millones de euros que el Departamento de Sanidad paga anualmente al centro para sufragar su actividad asistencial que presta a la Seguridad Social no son suficientes. Tampoco lo son los 2.600 millones que aporta el Gobierno central para mejorar el centro, pagar salarios y mantener el nivel de calidad.

Cómo se aumentan las partidas y cómo participa cada Administración en el nuevo sistema de financiación será el eje del debate que mantendrán el Gobierno central y la Generalitat a lo largo de este mes. El consejero de Sanidad, Xavier Pomés, dejó claro ayer que "no se puede hablar de la asunción de parte del déficit por parte de la Generalitat hasta que esta Administración no sea miembro de pleno derecho del patronato del Clínico".

Aunque Pomés mostró su intención de que la Generalitat pase a formar parte de esta institución, actualmente gestionada por el Estado, la Diputación y la Universidad de Barcelona, todavía no hay fecha para que esto se haga efectivo. Uno de los principales escollos para la incorporación de la Generalitat es precisamente el déficit acumulado. La Administración autonómica no quiere corresponsabilizarse del centro mientras no esté saneado. Y es que el déficit generado por el funcionamiento del centro ha hecho que el hospital deba cerca de 20.000 millones de pesetas a las arcas de la Seguridad Social. Para tranquilizar al consejero, Julia García-Valdecasas afirmó: "La Generalitat no asumirá una deuda que no le corresponde".

Tanto Pomés como Valdecasas se mostraron convencidos de que el plan estratégico del Clínico podrá cerrarse este mismo mes con el visto bueno de ambas administraciones. La Administración autonómica participará en todas las reuniones del patronato después de que ayer, García-Valdecasas hiciera efectiva una invitación que busca implicar al máximo a la Generalitat en todas las decisiones que afecten al hospital Clínico a partir de ahora.