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Una sentencia multa con 1,5 euros al día a un marido por pegar a su esposa

Los abogados de la víctima califican de "ridícula" la pena impuesta

La Audiencia Provincial de Barcelona ha cuantificado en un euro y medio al día, durante un mes, la pena que merece un marido, Juan José T. D., por abofetear a su esposa, B. B., en una riña. El condenado había aducido que no podía hacer frente a una multa mayor. Los abogados de la mujer califican la multa de "ridícula". Es la mínima cuantía prevista por ley. Las multas por conductas de este tipo pueden alcanzar los 300 euros diarios. Los abogados de la esposa pidieron que el agresor pagase 15 euros diarios durante 50 días.

La sentencia, que confirma un fallo previo de un juzgado de lo penal, señala que, a la hora de determinar una multa, se debe tener en cuenta la repercusión económica que la pena puede tener sobre la propia víctima o sobre el conjunto de los integrantes de la unidad familiar.

Al respecto, el tribunal indica que la denunciante "nada dijo en el juicio sobre que el acusado contribuyese a las cargas familiares", razón por la cual los jueces estiman "adecuada" la cuantía de la pena de multa en su "extensión mínima".

La Audiencia de Barcelona también aduce que "faltan pruebas" sobre la capacidad económica del acusado y que esto impide saber si podía pagar una cuota superior. Esa demostración, recuerda la sentencia, compete a la acusación particular, en este caso a la esposa. Los magistrados también señalan en la sentencia que el denunciado argumentó en su escrito de alegaciones que "hace frente con su pensión a las cargas familiares hasta donde llega, y la cobertura total necesita de los ingresos de ambos cónyuges".

El tribunal, contra las tesis del abogado del marido, no estima la atenuante de arrebato solicitada, al entender que pegó la bofetada en un momento de tensión.

Los hechos sucedieron el 26 de junio de 2002 en el domicilio conyugal, en Barcelona. El hijo de la pareja se interpuso en la discusión y resultó herido en una mano al romperse el cristal de una puerta. Esto provocó que se "incrementase el estado de tensión y nervios de Juan José T., hasta el punto de darle a su mujer una bofetada en la cara".

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