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Reportaje:

Dar la cara por el cuerpo

Un guardia civil retirado inicia una huelga de hambre para llamar la atención de los "abusos" en la institución

Ginés Donaire

José del Moral, un guardia civil retirado, se encuentra desde ayer encerrado en la cuarta planta de la Casa del Pueblo de Linares (Jaén), la sede de UGT, en huelga de hambre para llamar la atención sobre los supuestos "abusos" y "formas dictatoriales" en la institución. José es el delegado de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (Augc), un colectivo que cuenta con 5.000 asociados en Andalucía, casi la mitad de toda la plantilla.

A todos los miembros de la Augc les mueve el mismo objetivo: la desmilitarización de la Guardia Civil y su unificación con el Cuerpo Nacional de Policía. Sin embargo, ninguno de los miembros en activo puede atreverse a echar un pulso de tal calibre a sus superiores. Lo ha hecho José porque está retirado. "Me han llamado muchos compañeros en activo para solidarizarse, pero ninguno puede seguirme porque inmediatamente lo meterían en la cárcel", aseguraba ayer.

José ha estado 27 años como guardia, pero con 47 ha tenido que retirarse por una enfermedad que él define como de carácter psicológico: estuvo 10 años en Navarra, pero la continuas "pesadillas" que sufre se refieren a su última etapa en el cuartel de Linares y, en especial, sobre el capitán que tenía como jefe. "Desde que formamos la asociación me ha perseguido, hasta el punto de que me negó el permiso para ir a ver a una nieta que estuvo ingresada en la UCI del hospital de Córdoba", indicó.

Ahora, el capitán de Linares es uno contra los que están interpuestas las 17 denuncias que la Augc tiene presentadas en la provincia de Jaén por distintos "abusos". El estado de las garitas de la prisión provincial, la utilización de los garajes oficiales para estacionar vehículos particulares de los mandos, el consumo de alimentos caducados en la Academia de Baeza, la venta de alimentos donados para la festividad de la patrona o la retirada por otro mando de una denuncia a un concejal del municipio de La Puerta que dio positivo en un control de alcoholemia son algunas de las irregularidades denunciadas y que José del Moral quiere trasladar directamente al jefe de la comandancia de Jaén. "Hasta que no me reciba estaré en huelga de hambre", dijo convencido. Cuenta además con el apoyo incondicional de su familia. "Es lamentable que, en el siglo XXI, a los guardias civiles se les trate como animales y no como personas", comentó su esposa, Ana María Rodríguez.

Frente a los abusos denunciados de los mandos, actualmente hay ocho agentes en todo el país pendientes de entrar en prisión tras haber sido expedientados por circunstancias como comerse un bocadillo en horas de servicio o no saludar a sus superiores, según Auge.

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