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Reportaje:

90.000 euros por un grave error

El Imsalud indemnizará a una octogenaria que cayó por la escalera cuando era trasladada por unos camilleros

Oriol Güell

María de la Asunción Martínez, de 82 años, sufrió el 13 de enero de 2001 una terrible caída cuando sólo cinco peldaños la separaban de su casa, en el municipio de Parla. La mujer estaba siendo subida a su domicilio en una silla de ruedas cuando uno de los dos camilleros no aguantó el esfuerzo y la soltó. María de la Asunción rodó, aún subida en la silla, unos peldaños abajo, chocó contra la pared y se precipitó por la escalera. Sufrió numerosas fracturas en las piernas, que la han dejado inválida, y un traumatismo craneoencefálico. La Audiencia Nacional ha condenado al Imsalud a indemnizarla con 90.000 euros.

María de la Asunción Martínez vive en Parla y su hospital de referencia es el de Getafe, perteneciente en 2001 al Insalud (hoy Imsalud, tras las transferencias sanitarias de 1 de enero de 2002).

Los familiares y los sanitarios se acusaron mutuamente de causar el accidente

A las 23.45 del 12 de enero, según recoge la sentencia, los médicos del hospital de Getafe le dieron el alta médica tras unos días de ingreso en este centro sanitario. En los tres años anteriores, la mujer "había estado casi más tiempo ingresada en el hospital que en su casa", explica María del Carmen, su hija. La paciente sufría desde 1997 un cuadro de inmovilismo en ambas piernas, había sido intervenida quirúrgicamente en cuatro ocasiones y le habían sido implantadas varias prótesis en huesos y rodillas.

María de la Asunción tenía que estar casi todo el día en cama, aunque hacía ejercicios de rehabilitación y, poco a poco y con gran esfuerzo, iba siendo capaz de andar un poco, siempre apoyándose en un andador. También era capaz de comer sola.

La recuperación que estaba logrando María de la Asunción, sin embargo, se frenó en seco 24 minutos después de salir del hospital de Getafe. A las 0.09 del 13 de enero, cuando estaba a punto de llegar a su casa, se produjo el accidente.

Con ella había en aquel momento cinco personas: los dos camilleros que portaban la silla y tres familiares suyos: su hija, su yerno y su nieta.

Unos y otros dieron ante el juez versiones distintas de lo ocurrido. Los camilleros dijeron que el culpable del accidente fue el yerno, que sin avisar había tirado de una pierna de la anciana, desequilibrando al camillero que aguantaba más peso, que era el que sujetaba la silla desde unos peldaños más abajo.

La empresa para la que trabajaban los camilleros, Servicios Auxiliares Sanitarios Urgentes SL, añadió en un informe que uno de ellos, "al ver que la paciente se le echaba encima, intentó quedarse inmóvil para proteger la caída de la paciente con su propio cuerpo". Esta empresa tenía subcontratado el servicio de transporte sanitario del hospital de Getafe de donde procedía la enferma.

La versión del yerno es, sin embargo, muy distinta. "Manifiesta que no tocó las piernas de la paciente, sino que el conductor que iba detrás agarrando la silla, a causa del cansancio, la soltó", recoge el fallo de la Audiencia Nacional.

"Yo ya me temía que pasaría algo así. Desde el principio les dijimos que estaban subiendo a mi madre sin ningún cuidado. Les pedimos que se tomaran un respiro en el primer piso [la familia vive en la segunda planta del edificio], pero no nos hicieron caso y pasó lo que tenía que pasar", recuerda ahora la hija de la accidentada.

Los instantes que siguieron al accidente fueron de una gran tensión, con los camilleros y la familia cruzándose mutuos reproches y culpándose por lo sucedido.

Los dos camilleros que estaban presentes en el momento del accidente también mantenían sus diferencias, según la declaración de un vecino que recoge la sentencia: "Un testigo de los hechos pudo ver a la paciente caída en el suelo, apreciando la deformidad de las piernas que delataba la fractura de ambas. El testigo también manifiesta que uno de los camilleros le dijo al otro: 'Bueno, te pones arriba o abajo, a ver si la vas a volver a dejar caer".

De vuelta al hospital de Getafe, María de la Asunción fue atendida de las graves heridas que había sufrido: fractura del fémur derecho, fractura de la tibia izquierda y traumatismo craneoencefálico.

Además, en los instantes que siguieron a la caída la mujer sufrió un infarto vascular que le ha inmovilizado el lado izquierdo del cuerpo y le impide sostener el tronco erguido al sentarse en la cama.

La mujer, además, ya no puede comer por sí misma y permanece todo el día en cama "sin posibilidades de recuperación", según la sentencia de la Audiencia Nacional.

Los magistrados dan validez a los informes médicos presentados por la familia, que concluyen que todas estas secuelas se debieron al accidente ocurrido cuando se subía a la enferma a su casa.

Sobre la responsabilidad de la caída, la sentencia judicial señala claramente que "la contradictoria versión de los hechos dada por las partes (falta de cuidado de los camilleros versus injerencia del familiar acompañante) ha de considerarse que, cuando menos, se produjo un hecho fortuito [...] determinante de un daño que la perjudicada no tiene el derecho jurídico de soportar", según los artículos 139 y siguientes de la Ley 30/1992 de las Administraciones Públicas.

Por este motivo, la sentencia de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, en la que ha actuado de ponente el magistrado Ernesto Mangas González, impone al Imsalud una indemnización de 90.000 euros a la mujer accidentada.

Un portavoz del Imsalud manifestó ayer que esta institución "no comenta, pero acata siempre las decisiones de los jueces". "Además, lamentamos mucho lo ocurrido y los daños sufridos por esta paciente", añadió.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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