El Ayuntamiento recauda más de 8 millones en los primeros seis meses de parquímetros

Los parquímetros llevan más de seis meses funcionando en el centro de la capital. El sistema ha tenido dos efectos positivos para dos ámbitos de la ciudad: el tráfico y las arcas municipales. Desde noviembre hasta el pasado mes de abril, el Ayuntamiento ha recaudado con el sistema de parquímetros 8,2 millones de euros (más de 1.300 millones de pesetas), según datos del área de Movilidad Urbana. Una media de 60.000 vehículos visitantes han aparcado legalmente en las plazas de parquímetros, y los controladores han puesto una media diaria de 5.500 denuncias.

Los parquímetros empezaron a funcionar el 2 de noviembre de 2002 y ese mes el nuevo sistema de aparcamiento recaudó 929.015 euros. Mes a mes, los conductores se fueron animando a utilizar el sistema y la cifra de recaudación fue aumentando. El pasado mes de abril, la cantidad de euros echados por los conductores en todas las máquinas de parquímetros sumó 1,5 millones de euros. En total, desde noviembre hasta el pasado mes de abril, el área de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid ha recaudado 8,2 millones de euros (más de 1.300 millones de pesetas). El concejal de Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, señaló ayer que los parquímetros no tienen un afán recaudatorio. "El dinero recaudado compensa lo que ha costado el contrato de los parquímetros al Ayuntamiento", señaló el edil. "Los parquímetros tienen una misión, mejorar el tráfico de la capital y eso es lo que están haciendo", añadió.

El ingreso medio por boleto, según los datos municipales, ha sido de 0,98 euros en las plazas verdes (para residentes y para visitantes, sólo una hora) y de 0,94 euros en las azules (con un límite de dos horas). La estancia media en las plazas verdes ha sido de 49 minutos y en las azules de 92.

Disuasión

Además, los parquímetros han tenido un efecto positivo en el tráfico. Una media de 90.000 vehículos diarios han dejado de entrar en la almendra central de la capital desde que empezaron a funcionar las plazas verdes y azules. Los que sí han optado por utilizar los parquímetros son más de 60.000 vehículos, según datos del área de Movilidad Urbana, que dirige el concejal Sigfrido Herráez. Ahora hay un 12% de plazas verdes libres y un 8% de plazas azules libres.

Los controladores del sistema han puesto, entre noviembre y diciembre de 2002, una media de 5.000 denuncias. Esa cifra sube hasta 5.500 si se tienen en cuenta los meses entre enero y abril de este año.

En las plazas reguladas por los parquímetros, el 75% de las infracciones se produjo porque el vehículo no tenía distintivo o boleto; el 18% de los vehículos denunciados había sobrepasado el límite de tiempo permitido y el 7% llevaba un distintivo no válido. El Ayuntamiento también ha denunciado a los vehículos que han aparcado, dentro de la zona de parquímetros, en zonas prohibidas o reservadas. Así, el 38% de los denunciados habían dejado el coche en carga y descarga; el 18%, en doble fila; el 14%, en una esquina; el 24%, en una zona prohibida y con señales de advertencia, y el 6% restante, en distintos lugares.

El sistema de parquímetros (Servicio de Estacionamiento Regulado) regula 34.300 plazas de aparcamiento en una zona que engloba parte de los distritos de Chamberí, Moncloa, Salamanca, Centro y Retiro.

Además, el próximo mes de julio los parquímetros se extenderán al barrio de Fuente del Berro y a parte de la Guindalera, ambos pertenecientes al distrito de Salamanca. La colonia Fuente del Berro está delimitada por la calle de Alcalá, la M-30, la calle de O'Donnell y Doctor Esquerdo. En total, Fuente del Berro contará con 2.600 plazas de parquímetros.

El barrio de la Guindalera tiene casi 60.000 habitantes, pero sólo habrá parquímetros en un perímetro con forma de triángulo que está delimitado por la calle del Doctor Gómez Ulla, la avenida de América y la calle de Francisco Silvela.

La picaresca también ha llegado al sistema de estacionamientos. Vecinos de la calle de la Colegiata (Centro) mantienen una peculiar lucha con el Ayuntamiento. En esta vía todas las plazas de parquímetros son azules, esto es, reservadas para los visitantes. Hace varios meses, residentes del barrio pintaron esas plazas azules de verde para convertirlas así en sitios para los que viven ahí. El Ayuntamiento volvió a pintar las plazas de azul, pero los vecinos contraatacaron y repintaron, de nuevo, los sitios de color verde.