Mayo vuelve a ganar a Armstrong
El vizcaíno se impone al norteamericano en el prólogo de la Dauphiné Libéré
Después de mostrarse intratable en la Vuelta al País Vasco -ganó tres etapas y la general- en abril, después de brillar en las clásicas ardenesas -quedó segundo el la Lieja-Bastogne-Lieja-, dos semanas después, Iban Mayo, ciclista vizcaíno de 25 años, se tomó un descanso en mayo. Un descanso activo, que dicen los ciclistas, un reposo que le permitiera volver fuerte para el Tour, en julio, que es donde le interesa brillar de verdad.
Pero antes de la grande boucle, y con ese aire inevitable que le da a todas sus victorias desde que se reveló hace un par de años en las carreras francesas -Clásica de los Alpes, Midi Libre-, el ciclista vizcaíno quiere permitirse algunos lujos, algún detalle como el que firmó ayer: la victoria en el prólogo de la Dauphiné Libéré, la carrera en la que afinan su forma los grandes pretendientes al Tour, empezando por el gran favorito, el norteamericano Lance Armstrong.
No es la primera vez que Iban Mayo, un corredor de una vitalidad apabullante, incapaz de quedarse quieto, se impone a Lance Armstrong. ya hace dos años, cuando ganó la Clásica de los Alpes, segundo terminó el norteamericano, quien entonces se quejó de un exceso de peso para justificarse. Ayer Armstrong no quedó segundo, sino tercero, a 11 segundos del corredor del Euskaltel -perdió dos segundos por kilómetro en un recorrido duro, en Villard de Lans, el balcón del Vercors, en los Alpes, casi una cronoescalada-, y ni siquiera quiso hablar al final, quizás porque a las nueve de la mañana había convocado a un centenar de periodistas a una rueda de prensa de una hora en la que dijo que no se obsesiona por el que puede ser su quinto Tour, que sus grandes rivales serán Ullrich, Botero y Hamilton y que no teme a Simoni, quien le ha desafiado.
Mayo dijo que no piensa en la general de la Dauphiné porque hay una contrarreloj de 40 kilómetros y que tampoco piensa en la general del Tour, porque no cree que pueda alcanzar el podio y que se dedicará a buscar un triunfo de etapa.
A 15 segundos, quinto del prólogo, quedó Francisco Mancebo, el ganador la víspera de la Clásica de los Alpes, quien mostró un día más su gran clase y sí que piensa en la general del Tour, en el podio, por lo menos. Hizo un gran prólogo y eso que había dicho que después de la paliza del sábado le dolerían mucho las piernas.
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