El próximo jefe del Consell impulsará su propia idea de nacionalidad histórica

Los compromisos del próximo presidente de la Generalitat, Francisco Camps, incluyen el impulso de su propia idea de la Comunidad Valenciana como nacionalidad histórica. Una concepción que mezcla el imaginario histórico con las modernas formas de parlamentarismo europeo.En ese marco hay que situar viajes como el que el entonces candidato realizó a Austria para preparar la organización en el año 2006 del aniversario de la jura de los fueros en 1706 por parte del archiduque Carlos. También en ese contexto se situa su compromiso de acelerar la recuperación del Monasterio de La Valldigna y celebrar allí en el primer fin de semana de junio el aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía. Pero junto a una anunciada revitalización de algunos de los momentos históricos del antiguo Reino de Valencia, Camps también ha asumido otra clase de compromisos personales. En el caso del valenciano, Camps -que fue uno de los artífices de la negociación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua- ha reiterado que el uso de la lengua no retrocedera y ha prometido la creación de una Universitat Lliure en la que, a través de Internet, se podrán conseguir titulaciones universitarias. Una promesa que el próximo jefe del Consell completará con un canal de televisión por satélite en el que se ofrezca una visión propia de la Comunidad Valenciana al resto del mundo.

Todas estas cuestiones completarán, según Camps, toda una batería de propuestas con las que pretende reforzar la imagen de autogobierno de los valencianos. Entre las propuestas más llamativas destaca su compromiso de importar el sistema de control al gobierno existente en el Parlamento británico, con interpelaciones semanales y de actualidad, al jefe del Ejecutivo y su gabinete; así como la creación de una Escuela de Altos Estudios de la Administración -que toma como modelo el ejemplo francés- para disponer de una élite de funcionarios y altos cargos con perfecto conocimiento del territorio y la realidad de la Comunidad Valenciana.

Medidas que, como paraguas, tienen el compromiso personal de Camps de reformar el Estatuto sin más límites que la Constitución.