Barcelona se descubre a pie
Guía de paseos para perderse
Barcelona es ideal para el paseo, sobre todo ahora, en primavera". Isabel de Villalonga, una barcelonesa de 54 años, acaba de publicar dos libros que invitan a poner un pie tras otro para descubrir su ciudad: Disfruta Barcelona y Pasea por los barrios de Barcelona, ambos en Planeta. "Pasear es una actividad barata e instructiva", afirma la periodista, que recomienda "hacer novillos" para caminar mejor en un día que no sea festivo, y huir de los tópicos turísticos. Estos paseos son algunos de sus favoritos.
Con lluvia
Calzarse un paraguas y dirigirse al parque de la Ciutadella (entrada por el paseo de Colón) supone una experiencia británica llena de encanto. También se puede visitar la calle de Consell de Cent, donde las abundantes galerías de arte ofrecen resguardo cada pocos metros. No hay que achantarse por la lluvia, en Barcelona dura poco.
Para románticos
No hay como vagar - de la mano, claro- por los jardines del palacio de Pedralbes (entrada por la avenida Diagonal, 686). Al estar algo alejados, no hay mucha gente, proporcionando la intimidad adecuada. Otra opción es el parque del Laberinto (paseo de Castanyers, 1) construido a finales del XVIII y dedicado al romance. Y para parejas que sufran alergias, las librerías de viejo y tiendas de antigüedades del barrio del Pi proporcionan el justo romanticismo sin gramíneas.
Entre tumbas
Por sus tumbas ilustres, sus obras de arte y su nostalgia, los cementerios son dignos de ser visitados sin que la ocasión obligue. Así, el cementerio más antiguo, el del Este, en el Poble Nou (avenida de Icària, s/n), de 1775, tiene un encanto decadente. Y en el de Montjuïc (Mare de Déu del Port, s/n), el paseante podrá encontrar los mausoleos de figuras como Isaac Albéniz o Lluís Companys.
- 'Pasea por los barrios de Barcelona'.
Editorial Planeta. Barcelona, 2003.
12 euros. 207 páginas.
CALLES Y BARRIOS, SIN PRISAS
COMO SI VIVIÉRAMOS en permanente domingo, la autora del libro Pasea por los barrios de Barcelona, la periodista Isabel de Villalonga, no ha buscado para el viajero "el camino más corto", sino el descubrimiento tranquilo del pulso de una ciudad fresca y multirracial, que invita a perderse, y en la que caben bares de moda, restaurantes o tiendas de malabares. El estilo ameno de estas páginas, pensadas para los que quieren conocer, que no ver, Barcelona, ahonda en detalles "de andar por casa", en el colorido de una ciudad abierta a todos que se descubre con paciencia. El diseño del volumen opta por resaltar con un fondo azul algunos lugares: la mayoría, restaurantes y lugares de ocio. Y no faltan en cada capítulo breves descripciones históricas en las que se equilibran las visiones de la nueva ciudad con aquellas de la Barcelona que se ha ido perdiendo. El libro es una manera de descubrir las calles y barrios sin prisas, deteniéndose en los sitios por los que tantas y tantas veces pasamos corriendo, sin verlos.
Una ciudad que se huele y se oye.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.