Un nuevo túnel de Fomento destripará el centro de la capital durante cuatro años

El mes próximo, las excavadoras del Ministerio de Fomento previsiblemente pondrán patas arriba la Puerta del Sol. Los plazos de la Ley de Procedimiento Administrativo así lo permiten, según Juan Ramírez, abogado de la asociación de comerciantes afectados por esta obra. La construcción de una estación de cercanías subterránea en la Puerta del Sol forma parte de una de las mayores obras de infraestructura planeadas en el centro de Madrid (casi cuatro años de duración). Se trata de un nuevo túnel que unirá la estación de Atocha con la de Chamartín y tendrá estaciones en Sol, Alonso Martínez y Nuevos Ministerios. Según la portavoz de IU en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, sólo faltan dos licencias para que comiencen las obras.

Sólo restan las licencias que permitan desviar el tráfico y la de ocupación de terrenos para que las excavadoras comiencen a levantar el epicentro de Madrid, según Sabanés. Estas dos licencias han de ser otorgadas por el Consistorio que presidirá Alberto Ruiz-Gallardón. El alcalde en funciones, José María Álvarez del Manzano, afirmó que todo lo relacionado con este proyecto ha de preguntársele al Gobierno municipal entrante.

Fuentes del equipo del futuro regidor aseguran que éste no se pronunciará sobre esta obra hasta que no tome posesión de su cargo el próximo día 14. Según Sabanés, de concederse estas dos licencias nada más tomar posesión Ruiz-Gallardón, los plazos permiten que las obras comiencen en el mes de julio.

Procedimiento de urgencia

Pero no sólo lo permitirían las licencias "que de concederse habilitarían a Fomento para comenzar al día siguiente", explica Sabanés. El Ministerio de Fomento aprovechó el pasado puente de San Isidro para comunicar a los propietarios que sus fincas están afectadas por esta enorme obra. "Se ha utilizado el procedimiento de urgencia, por lo que esta comunicación ha de hacerse por medio de un anuncio en tres periódicos y en el Boletín Oficial del Estado", explica Juan Ramírez, abogado de la asociación de comerciantes de la calle de la Montera. Efectivamente, Fomento publicó en tres periódicos y en el BOE del 16 de mayo la apertura del periodo de información pública por las obras del proyecto denominado "Nueva estación de cercanías Puerta del Sol-Gran Vía". Esta vía de urgencia, según Ramírez, permite que el 8 de julio se hayan cumplimentado todos los requisitos para que las excavadoras comiencen su trabajo.

Fomento tiene previsto abrir dos nuevos subterráneos en las entrañas de Madrid (véase EL PAÍS del 13 de marzo de 2003). Se trata de este nuevo túnel de la risa -que el Ministerio prevé terminar en cuatro años- y otro que discurrirá bajo la calle de Serrano y unirá también Atocha con Chamartín, pero que utilizarán los trenes de alta velocidad.

La nueva estación de cercanías de Sol-Gran Vía supone la ocupación definitiva de ocho locales que la empresa Metro tiene cedidos en alquiler a otros tantos comercios. Otros 45 negocios verán sus accesos obstaculizados por vallas y muros de contención durante el tiempo que duren las obras. Estos establecimientos están situados en la Puerta del Sol y las calles de Carretas, Montera, Espoz y Mina, Gran Vía y Aduana.

Según los planos hechos públicos por el Ayuntamiento durante el periodo de información pública, las zonas de actuación son cuatro. La primera de ellas afecta a más de 3.300 metros cuadrados de la Puerta del Sol. Las obras en esta zona se realizarán en tres fases. En la primera de ellas está previsto colocar una valla al principio de la calle de la Montera, en un área que ocupará unos 500 metros cuadrados, además de un muro de contención que formará un rectángulo de 961 metros y que impedirá que los vehículos giren desde la calle de Alcalá hasta la Carrera de San Jerónimo. Este muro inutilizará también las dársenas de autobuses. Durante la ejecución de toda la obra se verán afectadas más de 40 líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), así como las estaciones de metro de Sol y Gran Vía.

En la segunda fase se reabre la calle de la Montera. El muro se transforma en una valla que cercará una parcela de 2.167 metros cuadrados y que cerrará la calle de Carretas. Esta valla que ocupará parte de la acera se situará a poco más de un metro de las fachadas de los números 1, 2, 3, 4 y 5 de la Puerta del Sol. Esto supone que el tráfico quedará cortado en la plaza en el sentido que va desde la calle Mayor hacia la Carrera de San Jerónimo. El otro sentido de la circulación quedará cortado en la tercera fase que también supone el corte de la calle de Espoz y Mina. Toda la actuación en esta primera zona podrá prolongarse más de 10 meses.

La segunda zona de actuación la ocupa un área de cerca de 4.000 metros cuadrados en la calle de la Montera, la Red de San Luis y la Gran Vía. Durante un año y siete meses estará afectada esta zona, que soporta a diario un enorme tráfico. Las obras se realizarán en cinco fases. En ellas las vallas se dispondrán a poco más de un metro de los números 34 a 48 de la calle de la Montera, así como los números 1, 2 , 7 y 11 de la Gran Vía. Se cortará la calle de Fuencarral durante al menos seis meses. El tráfico en la Gran Vía se reducirá a tres carriles durante los primeros meses que se prolonguen las obras en esta zona. En su periodo final, durante al menos tres meses. La calle de Caballero de Gracia también sufrirá cortes de tráfico.

La tercera zona afectada será el pasaje que une las calles de la Aduana y Alcalá. Aduana sufrirá cortes de tráfico y afectará al aparcamiento subterráneo durante cerca de un mes.

Escamoteo electoral

Tanto la portavoz de IU en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, como la concejal electa del PSOE Trinidad Jiménez criticaron ayer con dureza este proyecto. Sabanés aseguró que le parece "mucha casualidad" que un proyecto de la importancia de la apertura de una estación de cercanías en la Puerta del Sol no haya encontrado lugar para el debate en "toda una campaña electoral". "Lo sorprendente es que a estas alturas y después de terminar toda una campaña electoral hablando del centro de la ciudad, finalmente no haya surgido el gran debate de unas obras que pueden paralizar el centro de la ciudad durante cuatro años", concluyó Sabanés.

Según Jiménez, este proyecto no hace más que poner de relieve la "falta de coordinación entre administraciones gobernadas por el PP; es una obra que no solucionará el problema del tráfico ni de la aglomeración de pasajeros en la estación de Atocha".