_
_
_
_
Crítica:Vicente Verdú
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

"La intimidad está en decadencia"

Analista del presente y autor de títulos como El fútbol, mitos, ritos y símbolos, El éxito y el fracaso, Días sin fumar y El planeta americano, Vicente Verdú empezó este ensayo como un reportaje sobre la sociedad de nuestro tiempo con sus últimas tendencias y mutaciones. Recopiló muchísimo material periodístico, una bibliografía de cerca de quinientos libros y extrajo lo esencial para mostrar lo que se proponía. "Yo deseaba que de todo ello surgiera una idea potente que sustentara toda esa estructura y tuve la suerte de hallarla", dice con satisfacción.

El estilo del mundo expone y propone. Tiene sus antecedentes en La sociedad del espectáculo (1967), de Guy Debord. "El libro de Debord junto a la idea de simulacro de Jean Baudrillard son los dos pilares de los que parto", explica Verdú. "Yo a mi vez expongo otras dos ideas. La primera es que una vez desaparecido el comunismo, el capitalismo se confunde con el mundo, se naturaliza, es lo que hay. Cuando escuchaba el eslógan antiglobalización de Portoalegre 'otro mundo es posible', yo me preguntaba ¿dónde? Al no haber contraste, el capitalismo se esfuma en la realidad, se hace transparencia, lo penetra todo como un virus. La segunda es que, una vez que el capitalismo lo ha ocupado todo deja de preocuparse por crear bienes y le interesa hacerse dueño de la realidad. Crea una segunda realidad de ficción, donde la clonación es el principal objetivo de la ciencia y todo es susceptible de copia, de réplica, aunque desprovisto de tragedia y de historia, copias asépticas y puerilizadas".

El libro de Verdú hace una inquietante vivisección de la sociedad presente. Desentraña los extraños síntomas de su mutación. Hace un ingente acopio de datos que desgrana con claridad y muestran con rotunda evidencia. Llega hasta la posguerra de Irak y analiza el papel de George Bush en este cambiante entorno. Un personaje que preconiza el "militarismo, el mesianismo y la masculinización", opuestos a la sociedad de ficción feminizada que se va imponiendo. "Bush es un residuo, el estertor de un mundo caduco, si tenemos en cuenta que fue elegido sólo por el 20% de los estadounidenses", dice Verdú. "La sociedad norteamericana no busca dominios territoriales, lo que quiere es vender, mimetizarse con el gusto internacional. Por un lado, Bush representa el contra-marketing porque se ha llegado a boicotear los productos americanos. Pero, por otro lado, Bush tiene un papel importante en la sociedad de ficción en la creación del miedo, la diseminación del terror. En vista de que no llegó a cuajar el fantasma de China ni siquiera el del islam, lo que sustenta su terror es la inseguridad ciudadana. Hasta el punto de que los americanos han entregado progresivamente su privacidad, cosa impensable hace unos años. La intimidad está en decadencia".

Verdú nos describe los cam-

bios en la organización económica y política, los cambios en la vida privada, la individualización extrema de los productos de consumo, la diversidad sexual, la ecología, la nueva religiosidad. Pero más allá de la brillantez de la exposición, lo que el autor considera más importante es el hallazgo de un término que defina estos cambios. "Hasta ahora lo que habían hecho pensadores como Debord o Baudrillard eran enunciaciones, lo que yo presento son hechos y un concepto que los engloba y define. Son muchos temas que se entrecruzan y se relacionan. Y creo que tuve mucha suerte al encontrar el concepto del 'capitalismo de ficción', que creo muy útil y fecundo para el análisis de este momento", afirma.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_