El SAS copia
Hace un par de años mi hijo de 16 años descubrió en Internet un lugar de dónde sacar apuntes, trabajos y documentos elaborados por otros, y se aficionó a su uso desmedido para su propio beneficio. Este bien definido Rincón del Vago, le proporcionó una salida airosa en algunas ocasiones en las que, en lugar de aplicación, búsqueda de bibliografía y trabajo personal, prefirió encaminar sus pocos esfuerzos por la ruta más sencilla: Copiar, aprovechar lo primero que le vino a las manos, sin más.
Pues me da la impresión de que en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) alguien parece estar recurriendo al mismo sistema, copiar lo de otros, sin hacer un trabajo serio, sin consultar la bibliografía y sin aprovechar la experiencia de profesionales de este mismo sistema. Alguien ha pretendido salir airoso de una exigencia legal y ha recurrido a lo más fácil. Y se le ha visto el plumero.
Me refiero concretamente al proyecto de la Enfermera Comunitaria de Enlace que el SAS está introduciendo con calzador, con una campaña de imagen y de escaparate, cara a la galería, asombrosa, y un desembolso económico que bien podrían destinar a algo realmente necesario. Han importado el proyecto del Servicio Canario de Salud e intentan convencernos a todos que el mojo picón tiene el mismo sabor que el gazpacho, creyendo que la implantación del mismo en el SAS no ocasionaría problema alguno. Pero claro, al no hacer bien sus deberes, obviaron lo ya trabajado en este campo en Andalucía y se ahorraron un análisis previo del contexto legal y laboral del SAS, dónde se pretendía extrapolar esta figura profesional. Y eso se nota.
Pretenden atribuir a una enfermera (o enfermero) competencias propias y exclusivas de los trabajadores sociales, en un claro ejemplo de intrusismo profesional; algunos de los programas que asignan a estas enfermeras son un burdo plagio de programas desarrollados y publicados por los trabajadores sociales; obvian la figura del trabajador social, y se rompe el equilibrio de los equipos básicos de atención primaria, con una falta absoluta de respeto hacia el trabajo realizado por estos en los centros de salud de Andalucía.
El decreto de apoyo a la familia exige al SAS aumentar la dotación de enfermeros de base, de cuidados, para atender en sus domicilios a los pacientes que lo necesiten, no importar, sin más, una nueva figura profesional, que en muchas de las ocasiones ocupa el espacio del trabajador social, que no va a prestar cuidado alguno, que viene designada de antemano por ser quién es y que en lugar de derivar pacientes los está mandando a la deriva, por asumir competencias que no son suyas.
Tras el documento 0 se publicó el documento 1 y ya ha salido a la luz la versión 2 de este mismo proyecto, con evidentes modificaciones relativas a este conflicto. Documentos, versiones, trabajo, esfuerzo y recursos despilfarrados, que podrían haberse evitado si se trabaja seriamente sobre el problema y no se recurre a la vía más sencilla.
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