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Un destacado líder liberal alemán se mata tras perder la inmunidad

Jürgen Möllemann saltó al vacío con paracaídas y se desprendió de él

Una de las figuras más polémicas y triunfadoras del Partido Liberal Democrático (FDP) alemán, Jürgen W. Möllemann, de 57 años, falleció ayer en un salto con paracaídas al oeste del país. Todo indica que fue el suicidio de un desesperado. Apenas unas horas antes, el Parlamento había levantado su inmunidad y la fiscalía ordenaba registros en cuatro países, entre ellos España, en una investigación sobre sus turbias actividades financieras.

Junto a otros deportistas, Möllemann saltó al vacío en las cercanías de Marl, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, al oeste de Alemania. Según un testigo, el político abrió el paracaídas principal, pero después, a unos 1.500 metros de altura, se desprendió de él. Al parecer, tampoco quiso recurrir al dispositivo de emergencia. Möllemann era un experto paracaidista, tal y como había demostrado en incontables mítines electorales, que solía amenizar con sus saltos.

El político liberal había caído definitivamente en desgracia en la campaña electoral del año pasado, cuando quiso recabar votos a través de un discurso de claros tonos antisemitas. En los últimos meses, Möllemann había sido cada vez más marginado por sus antiguos compañeros políticos, que lo acusaron de ser uno de los principales responsables de la derrota electoral frente al canciller Gerhard Schröder y su coalición rojiverde en septiembre pasado. Durante una campaña en la que quiso emular al asesinado populista holandés Pim Fortuyn, el entonces vicepresidente de los liberales alemanes, Möllemann, apostó fuertemente por atacar a Israel y a la comunidad judía residente en Alemania. Con tal de alcanzar el anhelado 18% de los votos en todo el país, la dirección del FDP, encabezada por Guido Westerwelle, le hizo el juego al principio.

El escándalo público que provocó este intento de ganar votos de musulmanes y derechistas alemanes con consignas antisemitas, sin embargo, fue en aumento y acabó con una severa reprimenda a Möllemann por parte de la cúpula liberal. No obstante, él decidió seguir adelante y días antes de los comicios financió la impresión y distribución masiva de un folleto en el que volvía a arremeter contra Israel.

Tras las elecciones, en las que el FDP tan sólo sacó un 7,4% de los votos, Westerwelle, un líder igualmente proclive al populismo, comenzó a ajustar cuentas con su vicepresidente. Su principal argumento era que Möllemann había financiado el controvertido folleto con fondos nunca declarados a su partido. De este descubrimiento resultó también la investigación penal por evasión de impuestos y malversación de fondos que ayer desembocó en registros en Alemania, Luxemburgo, Liechtenstein y España, donde Möllemann poseía una casa en Gran Canaria.

El político al que llamaban "tentetieso" por su asombrosa habilidad para salir indemne de los escándalos se convirtió en un paria. Debilitado también por problemas cardiacos, él mismo renunció en marzo pasado a su afiliación al FDP. Debió de ser un paso muy doloroso: Möllemann pertenecía a los liberales desde 1970 y allí había sido apadrinado por el poderoso ex ministro de Exteriores Hans-Dietrich Genscher. Durante la etapa de gobiernos de coalición de democristianos y liberales (1982-1998), había ocupado cargos de primera línea: viceministro de Exteriores, ministro de Educación y de Economía e incluso vicecanciller.

Tras tantas y tan recientes batallas, su muerte causó gran con-moción en Alemania. Entre las muchas expresiones de dolor que ayer se escucharon en Berlín, donde las banderas delante del Parlamento ondeaban a media asta, resalta la de su ex compañero y presidente del FDP Guido Westerwelle.

Jürgen W. Möllemann, tras saltar en paracaídas en abril de 2000.
Jürgen W. Möllemann, tras saltar en paracaídas en abril de 2000.ASSOCIATED PRESS

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