Crece la presión parlamentaria en EE UU y Reino Unido
Estados Unidos y Reino Unido abordan de distinta manera el hecho de que, 11 semanas después de la entrada de las tropas de la coalición en Irak, todavía no se hayan encontrado las armas de destrucción masiva que sirvieron en parte para justificar la guerra. Mientras que el Senado norteamericano abrirá en las próximas semanas una investigación, el Gobierno británico rechazó ayer llevar el asunto a una comisión parlamentaria pública.
La presión para que la Casa Blanca pruebe la existencia del arsenal iraquí crece en EE UU después de que algunos senadores republicanos y demócratas hayan exigido la investigación sobre los datos que se manejaron en cuanto a los arsenales iraquíes. La iniciativa de la investigación parte del republicano John Warner, presidente del Comité de Fuerzas Armadas.
Dos comités del Senado convocarán conjuntamente a altos cargos del Gobierno y de la CIA, entre los que figuran el secretario de Estado, Colin Powell; el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y el director de la CIA, George Tenet. El objetivo es comprobar si hubo error de espionaje o manipulación política en los meses previos a la guerra.
Mientras, en el Reino Unido, el Gobierno de Blair, sobre el que recaen sospechas de haber manipulado informes de los servicios de espionaje, rechazó ayer las peticiones para que una comisión parlamentaria independiente investigue de forma pública el asunto. Un total de 72 diputados de la Cámara de los Comunes, entre ellos 53 laboristas, han firmado una moción para pedir la publicación de las pruebas completas contra Irak.
Se espera que Blair anuncie hoy que el Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento inicie una investigación, aunque esta solución no será satisfactoria para muchos críticos, ya que este comité trabaja en secreto y rinde cuentas al primer ministro, no a la Cámara de los Comunes.
