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Signos

Un libro rastrea los vínculos entre el cine y la obra de Pérez Galdós

El periodista Ramón Navarrete-Galiano ha rastreado los vínculos entre la obra de Benito Pérez Galdós y el cine. Navarrete-Galiano se "enganchó" al escritor en su adolescencia, al ver la serie televisiva Fortunata y Jacinta, de Mario Camus. El periodista, que nació en Orihuela en 1963 y reside en Sevilla desde 1996, acaba de publicar Galdós en el cine español en T&B Editores. El cine ha pescado con profusión en los caladeros de la narrativa de Galdós. "Hay 12 adaptaciones cinematográficas y seis televisivas de sus obras. Además, hay que recordar las tres películas que hizo José Buchs inspiradas en los Episodios Nacionales. Después de Wenceslao Fernández Flórez, Galdós es el novelista español más adaptado al cine en España", explica Navarrete-Galiano.

Las adaptaciones se inician en 1916. "Hubo dos proyectos que la censura abortó. Uno de ellos se centraba en El abuelo, una obra en la que, al final, el protagonista aceptaba como nieta a la hija del adulterio, lo que era considerado inadmisible en los años cuarenta", evoca el periodista.

"A principios de los cincuenta se elabora el reparto de Fortunata y Jacinta. Fortunata iba a ser Amparo Rivelles. En los Archivos Generales de la Administración, en Alcalá de Henares, encontré el expediente de la película. Llamé a Amparo Rivelles, que me confirmó que iba a participar en el filme y que, al final, no se rodó. La censura no debía de ver con buenos ojos una película que planteaba amores adúlteros. Tampoco le debía de gustar una Fortunata a la que Galdós redimía", agrega Navarrete-Galiano. "Entre 1940 y 1969, salvo Marianela, no se rodó ninguna película en España basada en obras de Galdós porque la censura tumbó los proyectos", comenta.

El interés de Buñuel

Luis Buñuel siempre estuvo muy interesado en el mundo de Galdós. Fruto de ello fueron sus películas Nazarín y Tristana. "Y también Viridiana, que está inspirada en Misericordia y Ángel Guerra. Las tres con guión de Julio Alejandro. Buñuel decía que le gustaba mucho el mundo de Galdós. De Nazarín le gustaban las desventuras del cura. Y con Tristana insiste en la amputación de la pierna de la protagonista, de la que dice que le interesaba desde siempre", afirma el periodista.

Cuando el régimen franquista empezó a aflojar las riendas, se estrenaron varias películas basadas en obras de Galdós. "La Escuela Oficial de Cine estaba pariendo directores. Estos nuevos cineastas se plantearon cómo hacer una crítica de la sociedad contemporánea sin que la censura les vapulease. Para ello hicieron adaptaciones de clásicos. Se ruedan así Fortunata y Jacinta (1969), Tristana (1970), Marianela (1972), La duda (1972), Tormento (1974) y Doña Perfecta (1977)", relata. "Tormento, de Pedro Olea, y El abuelo, de José Luis Garci, son las mejores adaptaciones cinematográficas de Galdós", concluye.

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