Otra cruz de mayo

La crónica del mitin de cierre de campaña del PSOE en Sevilla destacó la reacción que provocó en los asistentes la aparición espontánea de una cruz de mayo, con sus cornetas y tambores, en el lugar donde se estaba celebrando el acto, ante la creencia que se trataba de una treta del PP. Felipe González, que estaba interviniendo en ese momento, ironizó diciendo: "Temía que trajeran a Aznar y le cantaran una saeta".

Lo que los periodistas no sabían es que en ese preciso momento, a sólo siete kilómetros del lugar de los hechos, en Castilleja de la Cuesta, estaba ocurriendo lo mismo, pero con una gran diferencia: el acto estaba convocado por IU-LV-CA y se estaba celebrando en un centro cívico municipal que, además, se encontraba bajo la jurisdicción de la junta electoral para la celebración de actos electorales, y la cruz de mayo, con banda de música pagada por el Ayuntamiento, estaba organizada por el PSOE. Sí, sí, por el mismo PSOE que conociendo las condiciones en las que se encontraba el local lo eligieron como lugar de recogida del paso, no obstante se encontraba a menos de 50 metros de la iglesia parroquial.

Otros hechos más marcaron la diferencia entre las dos cruces de mayo. En la de Sevilla no figuraba al frente ninguna autoridad. En la de Castilleja el cortejo estaba presidido por la alcaldesa, con medalla al ristre, y entonación de cantos y rezos religiosos. En Sevilla, los asistentes al mitin increparon a los que procesionaban la cruz de mayo. En Castilleja de la Cuesta, el público que congregó IU se apresuró en desalojar el local para que se cumpliera el horario que había fijado la organización de la cruz de mayo, o sea: el PSOE (la alcaldesa).

Quizá, la diferencia más significativa en la de Castilleja, sin prejuzgar y sin conocer las intenciones de los organizadores de la cruz de mayo de Sevilla, puede encontrarse en la elección por el PSOE de la fecha para procesionar la cruz de mayo y el lugar para que pernoctara el "pasito". No hace falta ser una lumbrera para darse cuenta de que las verdaderas intenciones del PSOE eran dos: robar protagonismo a IU y, de paso, provocar la enemistad del público participante en el cortejo con esa fuerza política. Así es como gana las elecciones el PSOE, al menos en Castilleja de la Cuesta.