La argentina 'El juego de la silla', favorita en Peñíscola
En el segundo día de proyecciones llegó a Peñíscola esa película diferente que destaca por encima de las demás en un certamen cinematográfico. Se trata de la argentina El juego de la silla, de Ana Katz, una sutil disección del universo familiar que se perfila como la gran favorita en la sección oficial de largometrajes. De la mirada de la joven Katz hacia el interior de una familia bonaerense de clase media sale un conmovedor retrato de la situación argentina, plagado de sentido del humor y de guiños a la cultura popular, extraordinariamente conducido y con un plantel actoral soberbio. No en vano, la película nació de la convivencia de sus seis protagonistas durante año y medio, según explicó la directora del filme, "que construyeron una familia propia antes incluso de que existiera la película". De esa extraña familia, "lo suficientemente parecida a la nuestra para que uno se acuerde de la suya y lo suficientemente distinta para pensar que la familia de uno es mejor", en palabras de Katz, surge una película sorprendente que ya está en la mente del jurado para alzarse con el premio del certamen.
El juego de la silla dejó en segundo plano la otra cinta presentada ayer en el festival, Mi casa es tu casa. Dirigida por Miguel Álvarez, un cineasta de origen español afincado en Suiza, Mi casa es tu casa es "una comedia de tinte romántico, sin chistes gruesos, que cuenta una historia de amor", tal y como la definió uno de sus protagonistas, el actor gallego Chete Lera. Con ese planteamiento, la ópera prima de Álvarez no pasa de ser un entretenimiento sin pretensiones que acusa en demasía su falta de ritmo y que acaba recurriendo a todos los tópicos por la poca consistencia de un guión excesivamente trillado.
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