"Marbella se vendrá abajo en estos cuatro años"

Isabel García Marcos tira la toalla. Después de perseguir a Jesús Gil y Gil en los tribunales, medios de comunicación y desde la oposición municipal, la portavoz socialista en Marbella ha conseguido lo más difícil: primero, la inhabilitación del alcalde, condenado por el Supremo por tráfico de influencias y prevaricación; y ahora, que deje la presidencia del Atlético de Madrid, tras la condena de febrero en la Audiencia Nacional, por estafa y apropiación indebida.

Pero estos doce años de trabajo, no se han correspondido con el aprecio de los ciudadanos de Marbella. Su decepción es enorme, porque lo eran sus expectativas: esperaba, incluso, que la candidatura del PSOE fuera más votada que la del GIL y atribuía "al miedo" los buenos resultados que auguraban las encuestas a la lista gilista. Los 15 concejales del GIL, por 5 del PSOE, 4 del PP y 3 del PA, son el epílogo de su trabajo en Marbella.

"Entre democracia y corrupción los votantes de Marbella han elegido la corrupción"

"No sólo Julián Muñoz, políticos nacionales han alardeado de su cintura para abajo"

Su diagnóstico para el futuro no es muy halagüeño: "Más que la derrota personal, me preocupa el futuro de esta ciudad, que será irrecuperable dentro de cuatro años; éste es el peor resultado posible para Marbella, porque todo lo que ha significado a lo largo de su historia, un sitio muy atractivo para el turismo de elite, eso desaparecerá". El modelo que propone el partido gobernante desde 1991 está a punto de agotarse, en su opinión: "Esta facilidad que hay ahora de que cualquier inversión se convierta en un beneficio rápido e importante, también desaparecerá y creo que la ciudad se vendrá abajo".

Se cumpla o no este vaticinio, García Marcos ya no será la portavoz socialista en el Ayuntamiento para entonces: "Mi obligación como cabeza de lista es que los electores no se sientan abandonados y en segundo lugar que el equipo se quede preparado para tomar el relevo; pero cuando estén listos, me marcharé. ¿Cuándo?, mucho no debería de tardar".

Tras las condenas a Gil, el fracaso de su candidatura el día 25 podría aparecer como una revancha de su rival en las urnas, pero la portavoz socialista no tiene ese punto de vista: "Gil sólo tiene un voto, son los ciudadanos los que han optado por una forma de gobierno que a mí me parece detestable, pero con la que están de acuerdo 21.971 votantes". ¿Por qué ha conseguido Gil cuatro veces consecutivas el apoyo mayoritario de la sociedad? "La falta de arraigo de las localidades costeras de rápido crecimiento", es la clave que señala. "Estas sociedades adolecen de falta de principios, de valores. También hay un grave problema de formación, no sólo política, sino de cultura en general y a eso hay que añadir la instrumentalización de los medios de comunicación publica que han marcado el comportamiento de la población. Todo esto ha incidido".

Hay que añadir el efecto Pantoja. Después de pensar durante toda la campaña que "era tan cutre todo lo que estaba ocurriendo" con la vida sentimental de Julián Muñoz, al final García Marcos conviene que "salir día tras día en la prensa rosa nacional ha provocado un efecto muy positivo para el nuevo alcalde, que era muy desconocido y ha conseguido una gran popularidad". Aquí señala que ha funcionado una de las modas de la campaña: "La política de cintura para abajo no la ha hecho sólo Julián, otros políticos con responsabilidades nacionales han alardeado de su cintura para abajo".

En el balance de agradecimientos, dice que se ha sentido muy arropada por su partido. El presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz estuvo en Marbella el último día de campaña. "El contenido del discurso de Chaves fue muy importante. Dijo que aquel proyecto que presentábamos era su proyecto y lamento profundamente que nunca se vaya a poner en práctica, porque habría significado un auténtico progreso para los ciudadanos; con la misma riqueza o más, el final de la especulación y con más equipamientos". Sobre su futuro, apunta que no le importaría seguir en la vida pública, "pero es una decisión que no puedo tomar sola, la tiene que tomar también mi partido". La vicesecretaria general del PSOE andaluz, Mar Moreno, el secretario de Política Municipal, Salvador Pendón y el vicesecretario del PSOE de Málaga, José Aurelio Aguilar Román, son algunos de los dirigentes socialistas que le han mostrado su apoyo tras el 25 de mayo.

Con su grupo prepara las primeras iniciativas municipales de la oposición: "En la investidura volveré a reclamar la regeneración democrática y el derecho a la participación política de la oposición. También, que se devuelvan al pleno las competencias que se desviaron a la comisión de gobierno, lo que permite que de cualquier barrabasada nos enteremos tres o cuatro meses después".

Y se va con la convicción de que "es posible derrotar en las urnas a Gil, en la medida de que seamos capaces de trasladar a la sociedad una mayor sensibilidad por los problemas de la colectividad y por aquello que no sea la cultura del pelotazo". Para eso propone difundir otros valores, "asunto en el que los medios de comunicación tienen un papel esencial". Pero, de momento, lamenta que "entre democracia y corrupción los votantes de Marbella han elegido la corrupción y lo malo no es que no hayan votado al PSOE, lo peor es que siguen votando al GIL".