Un empate coherente
El punto asegura la salvación del Villarreal y acerca al Athletic a la UEFA
El Athletic empató frente al Villarreal y deja en el aire quién ocupará la plaza europea que queda por decidir y que por el momento ostenta. Y el conjunto castellonense compulsó matemáticamente su presencia un año más en Primera. El resultado final dejó satisfechos a unos y a otros, siendo el resultado más o menos coherente con lo acontecido durante los 90 minutos del encuentro. El Athletic fue de más a menos y en el último tercio del encuentro se abrazó al punto conseguido de manera trabajada frente a un rival que no perdió la cara en ningún momento, que porfío con rabia por decantar el marcador.
El Athletic salió al césped del Madrigal agresivo y vertical, metido de lleno en harina. Dos aproximaciones en los dos primeros minutos del encuentro, mostraban las intenciones ambiciosas del grupo que dirige Heynckes. Sin embargo, se topó con el Villarreal, un equipo con capacidad de inventar y desequilibrar, como así sucedió. El Vasco Arruabarrena se metió hasta la cocina del Athletic y su centro atrás fue convertido en gol por Víctor, que ganó la posición de remate trazando una diagonal perfecta desde su posición inicial, en el carril del ocho.
VILLARREAL 0 - ATHLETIC 0
Villarreal: Reina; Belletti, Ballesteros, Quique Álvarez, Arruabarrena (Galván, m. 73); Josico (Quique Medina, m. 23); Víctor, Farinós, Jorge López, Calleja; y Palermo (De Nigris, m. 65).
Athletic: Aranzubia; Luis Prieto (Javi González, m. 64), Aitor Ocio, Karanka, Del Horno; Gurpegui (Murillo, m. 69), Alkiza; Etxeberría (Arriaga, m. 75), Tiko, Ezquerro; y Urzaiz.
Goles: 1-0. M. 3. Arruabarrena se adentra por el costado izquierdo y su centro es rematado por Víctor. 1-1. M. 29. EtxeberrIa marca de cerca tras el rechace de Reina a tiro de Urzaiz.
Árbitro: Rubinos Pérez. Amonestó por el Athletic a Ezquerro, Luis Prieto y Karanka, y por el Villarreal a Calleja, Palermo, Galván y Farinós.
Unos 18.000 espectadores en el Madrigal.
El Athletic no se achantó con el gol en contra y el Villarreal se encontraba cómodo y en posición de contestar a su rival. Así que el encuentro se revitalizó más si cabe. El partido estaba vivo, el cuero iba de un área a otra en un caos ordenado, precioso para el espectador.
Y de uno de los ataques del Athletic llegó el empate, tras aprovechar Etxeberria un rechace de Reina tras disparo a bocajarro de Urzaiz, que, por cierto, tuvo un duelo del que saltaron chispas con Ballesteros.
El conformismo, el juego horizontal y especulativo parecía no tener hueco ayer, y tras el descanso, todo siguió igual, tan incierto y abierto como en la presentación y el nudo. Lógicamente, bajó la intensidad, el calor y el cansancio hizo mella en los jugadores cada menos lúcidos y alegres. El partido estaba en el aire, a la espera del acierto propio o del error ajeno.
Atascado el marcador y cada vez más espeso el juego, los entrenadores movieron ficha. Jupp Heyckens introdujo a Javi González por Luis Prieto, un cambio de cromos ligeramente más ofensivo desde el lateral como punto de partida. Y Floro cambió a De Nigris por Palermo. Esto sucedía en el periodo crítico para el Athletic, en los momentos que el Villarreal se mostró más valiente y decidido en la búsqueda de los tres puntos. Y aquí apareció Aranzubia para ganarse el pan al atajar un zapatazo de Farinós y detener una incursión al área de Jorge López, así como las excursiones de Belletti por la banda derecha, que llevaban de cabeza al sistema defensivo vasco.
Entonces el Athletic pensó que con lo conquistado era suficiente, que dado lo visto, un punto no era un mal botín. Se agarró al resultado, escondió lo que pudo el balón y solventó no sin apuros y con el acierto de Aranzubia las acometidas del Villarreal. Un punto para la salvación de unos y el sueño europeo de otros.
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